El Rayo pide la permanencia a los Reyes Magos

Arnau Montserrat

La permanencia parecía ya una utopía en noviembre para los jugadores del Rayo Vallecano. Míchel con pie y medio fuera, el equipo sin rumbo.  A 5 de enero de 2019, la situación es bien distinta. Segunda victoria consecutiva, la de hoy ante un rival directo como el Valladolid. 16 puntos y la sensación que el equipo va a una. Todo lo contrario a un Valladolid que se desinfla semana a semana. Fútbol muy pobre, imprecisiones que antes no aparecían y situación en la tabla que va a peor cada jornada.

Helado. Así estaban los alrededores del terreno de juego del José Zorrila... y también los jugadores locales. Salieron el campo fríos, todo lo contrario al Rayo Vallecano que inició el año de la mejor manera posible. Gol a los 30 segundos de partido. Una gran jugada de combinación al primer toque que acabó con Raúl de Tomás asistiendo para que Álvaro Medrán anotara el primer gol del choque. Peor no podían empezar las cosas para un Valladolid que en casa solo había sumado 8 puntos de 21 posibles. 

La reacción no fue precisamente la mejor por parte de los de Sergio González. Lentos en la salida de balón, con errores por parte de jugadores como Míchel a los que no nos tiene acostumbrados. Dimitrievski no tuvo que realizar ninguna intervención de mérito en los primeros compases del partido aunque con el paso de los minutos el Valladolid empezó a ganar metros sobre el césped. Se notaba cierto nerviosismo entre los presentes en la grada.

El Rayo por su parte se aprovechaba de estas imprecisiones del conjunto local para salir al contragolpe, sin demasiado acierto tampoco. Un disparo de Raúl de Tomás parecido al de David López del Espanyol-Leganés, desde el medio del campo, la ocasión más clara para los de Míchel. Con muy poco el Valladolid pudo empatar el encuentro a falta de tres minutos para llegar al descanso. Un cabezazo de Ünal obligó a Dimitrievski a realizar una gran volada a mano cambiada para mandar el balón a córner. Sobrevivía el Rayo.

Tras el descanso la mejoría del Valladolid se confirmó. El Rayo definitivamente se plantó atrás y los pucelanos tomaban el control del partido. Keko tras una gran jugada individual, casi pone en pie el José Zorrilla pero su disparo raso se topó con el portero del conjunto madrileño. Las condiciones del césped no eran las ideales.

Sergio buscó soluciones en el banquillo con la entrada de Daniele Verde. Bebé con un disparo muy lejano casi sorprende a Masip que se estiró y palmeó el balón a córner. Lo intentaban los locales intentando ser muy verticales, imponiendo una marcha más, pero no lograban encontrar ese último poase bueno para crear peligro. Verde con un tiro raso que se marchó fuera fue el que más lo intentó. 

Llegó entonces la mejor ocasión para los pucelanos. Keko fue derribado dentro del áres en el minuto 86 y el colegiado señaló la pena máxima. Herrero tomó la responsabilidad y falló. Dimitrievski salvó los muebles de nuevo. Tres puntos de oro para los de Vallecas que sueñan con la salvación.