Rafinha y Denis, dos de los motivos del cese de Marcelino

Rafinha ya está en Vigo

Así ha sido la llegada de Rafinha a Vigo  / @EnXogo_tvG2

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La guerra fría entre Marcelino Mateu Alemany, por una parte, y Peter Lim Anil Murthy, por otra, viene de lejos. Tras conquistar la Copa del Rey ante el FC Barcelona y clasificar al Valencia, de nuevo, para la Champions League, el ya extécnico valencianista quería enriquecer su proyecto y, para ello, pidió la incorporación de uno de los dos perfiles que le interesaban. El primero era Rafinha y el segundo Denis Suárez, al que ya había dirigido anteriormente. "Es el mejor entrenador que he tenido", señalaba el exblaugrana a principios de verano.

Marcelino los consideraba perfiles ideales para sus nuevos esquemas en este mercado estival y se topó con un frontón. Un muro infranqueable. El propietario del club valenciano no cedió ni un solo milímetro. El cambio de perspectiva en la política deportiva del dueño fue lo que abrió la caja de los truenos. Lim no quería invertir una cantidad sustancial en un futbolista como Rafinha, al considerarlo una operación de riesgo por su historial de lesiones. "El club me ha comunicado que no vendrá, la plantilla se queda un poco corta", llegó a admitir el técnico ante los medios de comunicación. El hecho de trasladar la problemática existente en los despachos del club a la opinión pública ayudó a calmar la situación. Tampoco le consultaron sobre una posible salida de Rodrigo al Atlético de Madrid. 

El magnate singapurense le planteó la posibilidad de dar minutos a los más jóvenes como el canterano Ferran Torres, que el propio Marcelino hizo debutar la pasada campaña, y también Kang-in Lee, de 18 años. El asturiano no veía claro dar un peso específico a dos jugadores sin bagaje previo en Primera y prefería darles una salida en forma de cesión. El mal rendimiento de fichajes como el de Rubén SobrinoManu Vallejo, Jason Remeseiro Salva Ruiz, todos peticiones del técnico, mermaron la confianza de Lim respecto al buen hacer de un Marcelino que se mantuvo firme en su postura hasta las últimas consecuencias, que le han llevado a quedarse sin trabajo en Valencia.