Paco Jémez protagoniza un cambio en el Rayo Vallecano

Jémez vivió el partido con intensidad en su vuelta a Vallecas

Jémez, en estado puro desde la banda: no dejó de moverse y dar instrucciones / LALIGA

EFE

El regreso de Paco Jémez al Rayo Vallecano ha traído consigo un cambio radical en la actitud y los planteamientos del equipo, que en su primer partido frente al Betis se notó aunque no lograron la victoria.

El Rayo empató la última jornada contra el Betis pero pudo ganar porque, como reconoció incluso el entrenador rival, Quique Setién, el conjunto vallecano fue mejor y tuvo más ocasiones para ganar.

Al Rayo solo le faltó acierto para llevarse los tres puntos, pero una vez más una buena jugada del rival, y mal defendida por ellos en una fase de desconexión, le costó la victoria a falta de unos minutos para el final.

"No he visto los registros pero estoy seguro que hoy el Rayo ha corrido más que en toda la Liga", dijo Setién, reflejando públicamente lo que todo el estadio vio, un cambio de actitud en los jugadores franjirrojos.

En apenas diez días Paco Jémez ha resucitado a nivel psicológico a un equipo que vivía en estado depresivo, que sobre el césped daba síntomas de fragilidad y vulnerabilidad y que mentalmente estaba atascado y cada jornada más bloqueado.

"En la situación que estamos lo primero que teníamos que ver es una mejora y en líneas generales creamos más ocasiones y pudimos matar el partido. Hicimos muchas cosas bien y pocas mal", dijo Jémez, al término del choque.

Las habituales señas de identidad de sus equipos, intensos, aguerridos y protagonistas con el balón, se volvieron a ver por Vallecas, dónde la afición disfrutó de un espectáculo que hace tiempo no veía y que espera no sea flor de un día y se desvanezca con las semanas.

El planteamiento táctico también fue novedoso respecto a lo que se estaba viendo esta campaña en el Rayo. Jémez prescindió para su primer partido del lateral peruano Luis Advíncula, al que sustituyó por Tito, y también de la habitual defensa de cinco con la que jugaba Míchel y que pasó a ser de cuatro sin el uruguayo Emiliano Velázquez.

El Rayo jugó bien, controló el balón y fue "dueño del centro del campo durante setenta minutos", como dijo al acabar el centrocampista Álvaro Medrán, que lamentó esos veinte minutos finales en los que perdieron el control y acabaron igualados.

En el día a día también ha habido cambios. Jémez ha vuelto a implantar entrenamientos a puerta abierta y los horarios de trabajo han pasado a depender, en gran medida, de los horarios de los partidos. De esta forma el partido contra el Betis se preparó con sesiones a las 14 horas y el del Valencia será con dos jornadas vespertinas a las 18.

Antes llegará en dos días el Eibar, al que se medirán en Ipurua. El partido es vital por las urgencias que tiene el Rayo por su situación en descenso y también porque es conocedor de que dos resultados positivos tras siete derrotas consecutivas reforzarían la idea de Paco Jémez y darían un punto de optimismo al equipo.