El nuevo Anoeta se estrena con triunfo ante el Atlético

El Atlético pincha en Anoeta

Arnau Montserrat

Anoeta, o ahora llamado Reale Arena, no pudo tener mejor estreno. Una caldera de nuevo, mucho más parecido a lo que vivieron en su época los asistentes al Estadio de Atocha. Venía el líder, invicto con tres triunfos consecutivos y la moral por las nubes. Cura de humildad que hace que la lucha por la Liga se apriete de nuevo. Aunque en setiembre estas cosas suelen pasar.

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Liga Santander

2
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Alineaciones
Real Sociedad
Moyà, Zaldúa, Elustondo, Diego Llorente, Monreal, Zubeldia, Mikel Merino (Zurutuza 83'), Portu (Januzaj 83'), Odegaard, Oyazrabal, Isak (Willian José 73').
Atlético de Madrid
Oblak (Adán 66'), Lodi, Giménez, Savic, Trippier, Lemar (Llorente 46'), Saúl, Koke, Vitolo, Diego Costa, Joao Félix (Correa 57').

Los de Imanol Alguacil avisaron con un mano a mano de Oyarzabal en la primera parte e incluso con un centro de Portu que no llegó a rematar el delantero internacional español. Los méritos empezaron a teñirse de 'txuri-urdin' con Oblak sacando brillo a sus guantes una vez más.

El partido de Joao Félix fue pobre y Simeone tardó diez minutos en sustituirlo. Pero fue salir del terreno de juego el luso y el partido desmoronarse. No por su asuencia. Los donostiarras encontraron el camino de la felicidad con un gol de Odegaard en el corazón del área. El noruego recibió un balón de Mikel Merino y definió con algo de fortuna.

Su lanzamiento tocó en el gemelo de Savic y desvió la trayectoria del balón. El gol dejó 'grogui' a los de Simeone, perdidos en los metros finales y con pocas noticias de Joao Félix, cuyo fútbol se quedó todo en la primera parte antes de ser sustituido. Sólo dos minutos después del 1-0 llegó el segundo y la estocada definitiva al Atlético de Madrid con Monreal como protagonista.

Del éxtasis al pánico. En el gol el balón golpea primero en la cara de Oblak que incluso perdió el conocimiento unos instantes después del impacto del balón. Las gradas silenciaron viendo la imagen. El esloveno recuperó la conciencia e incluso pidió seguir sobre el terreno de jeugo algo que los servicios médicos se lo negaron. Adán tuvo que entrar al terreno de juego.

Moyá se encargó de no revivir al Atlético de Madrid en ningún momento. El 2-0, como es lógico, era un resultado más que suficiente para no tomar demasiados riesgos en zona ofensiva y centrarse a mejorar el rendimiento en defensa. Lo que hizo la Real. Si además tienes un portero que te salva un remate de Vitolo a bocajarro o un remate de cabeza de Costa que era medio gol pueden estar tranquilos. 

El Atlético nunca encontró la regularidad necesaria para reaccionar y como mínimo sumar un punto más que válido visto los visto durante el partido. Es el primer tropiezo de los de Simeone esta temporada y un aviso a un equipo que había transmitido mucha confianza hasta el momento. Se vio la otra cara del Atlético de Madrid.