Manel Cervantes: "No tienen ningún sentido los test PCR de los jugadores"

El Leganés realiza los test del COVID-19 antes de volver a los entrenamientos

El Leganés realiza los test del COVID-19 antes de volver a los entrenamientos / Leganés

EFE

La vuelta de LaLiga esta semana supondrá un paso más hacia la normalidad para la sociedad española, pero para acelerar este regreso los jugadores de fútbol han contado con privilegios como el rápido acceso a los test PCR.

Manel Cervantes, epidemiólogo y jefe del servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Parc Taulí de Sabadell, explicó que no tiene "ningún sentido" que se hagan estos test entre los deportistas y que, si la LaLiga está a punto de reemprenderse, es gracias a otros motivos.

El jueves vuelve LaLiga y al final los jugadores podrán abrazarse en las celebraciones de los goles ¿Le sorprendía que a pesar de que los jugadores se hayan hecho todas las pruebas pertinentes para comprobar que no tienen el coronavirus y que el fútbol sea un deporte de contacto se tomasen medidas como esta en la Bundesliga?

Para empezar no tiene ningún sentido que los futbolistas se hayan hecho las pruebas PCR. Y, en cambio, parece que esto haya sido la gran solución para el regreso de la competición. Según mi criterio, son medidas de cara a la opinión pública para hacer ver que todo está muy controlado.

¿Por qué?

Si tuviéramos el virus circulando de la forma que lo hacía un mes atrás, no habría partidos de fútbol y ningún PCR serviría para que regresara LaLiga. Por otro lado, lo de prohibir los abrazos en las celebraciones no tiene ningún sentido desde el punto de vista de la salud más allá de servir de ejemplo para la población. Pero esto ya es hilar muy fino.

¿Le sorprende que en poco tiempo se haya pasado de hablar de que no podría haber público en los estadios hasta que hubiese una vacuna a que se debata sobre si puede haberlo antes del final de esta temporada?

Los epidemiólogos tenemos una evidencia clara: que el coronavirus es una enfermedad de transmisión respiratoria y por contacto y, por lo tanto, que las aglomeraciones de público probablemente son perjudiciales en el proceso de evitar su transmisión. Pero una vez el virus empieza a circular menos la impresión es que las medidas se pueden relajar. Aunque nadie sabe a qué ritmo se debe hacer.

Entonces, ¿cómo se sabe si el desconfinamiento se está haciendo de forma adecuada y si se pueden permitir cosas como el público en los estadios?

Por lo que han optado los equipos de salud pública y la mayoría de gobiernos es por hacerlo poco a poco de forma empírica. Dar un paso y, sino sucede nada malo durante los siguientes días, hacer el siguiente paso. Con lo cual a mí me sorprendía un poco la idea de que hasta que no hubiese vacuna no pudiésemos hacer nada, como acudir a los estadios.

¿Ahora cuál es la situación?

En el Hospital Parc Taulí de Sabadell actualmente tenemos un caso de coronavirus a la semana en una área demográfica de 400.000 personas. Así que probablemente hagamos lo que hagamos no pase nada. Pero la prudencia nos dice que si probamos las cosas poco a poco estaremos más seguros. Si semana a semana no pasa nada no tendrá sentido prohibir más cosas. Entonces lo permitiremos todo y estaremos muy vigilantes por si vuelve el virus y tenemos que tirar para atrás.

¿A usted le han alarmado las imágenes de las últimas semanas de La Barceloneta con centenares de personas haciendo deporte al aire libre?

A mí personalmente no me asustaron nada. En el aire libre parece que la transmisión del virus se reduce mucho respecto a los espacios cerrados. Promover encuentros de mucha gente en sitios cerrados ahora me parecería una temeridad, pero en espacios abiertos creo que lo que se está haciendo es muy correcto y que se acelerará lo que se permite hacer en los mismos.

Ahora ya se están empezando a abrir algunos gimnasios y centros deportivos. Estos sí que disponen de espacios cerrados. ¿Pueden suponer un problema?

Será uno de los puntos donde se tendrá que poner una especial vigilancia en lo que sucede. Pero la parte positiva es que son lugares en los que se puede controlar muy bien el aforo y, de momento, podrán tener como mucho un tercio del habitual.

La mayor parte del deporte federado amateur ha decidido suspender la temporada, sobre todo los deportes de contacto como el fútbol o el baloncesto. ¿Podrán empezar con normalidad el nuevo curso en septiembre?

Si la transmisión del virus es la actual, desde el punto de vista de la salud se podría empezar a disputar a finales de junio. No veo ningún inconveniente en el contacto físico en un momento en el que el virus está circulando tan poco, y menos aún en el deporte infantil y juvenil. En este sentido, el tipo de deporte que hacemos no es trascendental. Las aglomeraciones en espacios cerrados son el máximo peligro.