La nueva recomendación sobre los fueras de juego

Los asistentes no tienen que precipitarse a la hora de indicar fueras de juego

Los asistentes no tienen que precipitarse a la hora de indicar fueras de juego / Josep Maria Arolas

Ramón Fuentes

Los asistentes deben retrasar el acto de levantar la bandera para indicar la posición de fuera de juego. Es el mensaje más contundente que se ha transmitido desde el Comité Técnico de Árbitros (CTA) esta pretemporada.

Algo que ya se aplica desde el pasado curso, con motivo de la incorporación del VAR, pero que tiene aún más importancia en esta nueva temporada que acaba de arrancar, ya que hay VAR tanto en Primera como en Segunda División.

Así pues, la orden es clara desde el estamento arbitral. El asistente “debe retrasar la bandera y sancionar después de la infracción para darle opción al VAR a revisar la jugada”. Esencialmente en las acciones próximas a gol, situaciones de ataque muy claras, en las que el jugador esté a punto de marcar un gol o tenga un camino despejado en el área de penal o hacia el área de penal oponente.

En todos estos casos debe retrasarse la bandera y sancionar el fuera de juego cuando la situación ha llegado a su fin. Ya sea en gol, saque de esquina, de meta, falta, penalti, etc. Además, el árbitro debe retrasar el silbato.

Otro de los aspectos en los que se ha incidido mucho son los fueras de juego como consecuencia de obstruir el campo visual del contrario. Como normal general, será sancionado cuando el jugador se encuentra situado en el área de meta y en la trayectoria de balón. Aun así, debe valorarse siempre la distancia y claridad del movimiento.

En los casos de disputa de un balón con un contrario, debe valorarse si hay distancia y cercanía suficiente para disputar el balón y si el jugador hace intención de disputarlo.