José María Castillón vuelve a la Federación Española de Fútbol

José María Castillón fue durante dos décadas la mano derecha de Ángel María Villar

José María Castillón fue durante dos décadas la mano derecha de Ángel María Villar / sport

RAMÓN FUENTES

Son días de mucho trajín y movimiento dentro de la Federación Española de Fútbol. Luis Rubiales está emprendiendo sus primeros cambios que como ya anunciamos ayer en SPORT, tiene previsto comunicar mañana miércoles en su primera Junta Directiva como presidente. Pues entre esos cambios está recuperar a una persona ligada a la Federación durante los últimos casi treinta años. Se trata de José María Castillón, el que fuera administrador  general de la RFEF desde 1981 hasta el 4 de abril 2017, fecha en la que fue despedido por Ángel María Villar, entonces presidente de la Federación Española de Fútbol. Castillón volvió este lunes a ocupar el despacho que ha estado cerrado durante este año y medio en la planta noble de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Luis Rubiales entiende que es una persona que puede aportar a esta nueva etapa dada su experiencia. 

José Maria Castillón fue despedido de la RFEF después de que se  le imputara la detracción de 110.704,80 euros de la subvención que el Consejo Superior de Deportes (CSD) por un importe de 1.111.795,20 euros había transferido a la Fundación de la RFEF en 2010, para compensar un saldo a favor de ésta sin explicación ni justificación. El famoso caso del dinero destinado para las escuelas en Haití. 

El ex administrador general de la RFEF y mano derecha durante más de dos décadas de Ángel María Villar, fue despedido a principios  de abril del 2017 durante la investigación judicial por un mal uso de una subvención del Consejo Superior de Deportes (CSD) que llevó a Villar a declarar al juzgado y a la RFEF a devolver ese dinero que inicialmente estaba detonado para un proyecto social en Haití y a tener que devolverlo al propio Consejo Superior de Deporte. 

Tras consumarse el despedido por este uso indebido , del cual Villar no solo culpó a Castillón sino también al entonces Secretario General Jorge Perez, el propio Castillón remitió una dura carta a Villar, en la que cuestionaba su comportamiento hacia él, por su trato, la forma de prescindir de sus servicios y el hecho de querer hacerle responsable de su mala gestión.”Usted invoca un incumplimiento grave y culpable de mis obligaciones como administrador general de la RFEF, en relación con la gestión de una subvención finalista abonada por el CSD a esta Federación", escribió Castillón Villar.

En la carta anunciaba también el inicio de acciones legales ante las jurisdicciones social, civil y penal "para desenmascarar públicamente la estrategia de huida e incriminación a terceros que está realizando (usted) para eludir responsabilidades que se le están exigiendo desde los distintos juzgados por la gestión desleal que ha realizado de la RFEF". Denunciaba además prácticas de mobbing por parte del ex presidente de la Federación Española de Fútbol. "Es público y notorio que esa carta es la culminación de una estrategia de 'mobbing' laboral contra mí que ha estado dirigiendo con la manifiesta finalidad de que yo me reconociera culpable de los hechos que están siendo objeto de investigación y poder comparecer derivando hacia mí las responsabilidades que sólo a usted le competen", agregaba Castillón en su carta. 

Lejos de cesar en sus intenciones, el entonces presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, continuó culpando en el juicio al respecto a José María Castillón, y al ex secretario general Jorge Pérez, de las irregularidades vinculadas al caso Haití, y por el que Villar fue imputado por presunta prevaricación y malversación de fondos públicos por este supuesto uso indebido de dicha subvención concedida por el Gobierno a la RFEF en el año 2010 para el desarrollo de escuelas de fútbol en el país caribeño.

José María Castillón emprendió una reclamación vía judicial por este despido improcedente hasta que en septiembre del año pasado el juzgado de lo Social número 29 de Madrid desestimó la demanda por despido improcedente interpuesta por El propio ex directivo. La sentencia, dictada el último 29 de septiembre, absolvía a la RFEF de las pretensiones ejercitadas en su contra por Castillón

En la misma sentencia también se señalaba que el entonces administrador general, que sostenía una relación especial de alta dirección con la RFEF, no había ejercido un control riguroso y efectivo de la subvención concedida, provocando con ello la incoación de expediente de reintegro de la subvención. José María Castillón ha estado ayudando y apoyando al ahora presidente de la RFEF durante el proceso electoral y ahora regresa a la que fue su casa durante casi tres décadas.