Javi Martínez confiesa cinco años después

Javi Martínez habla sobre su marcha del Athletic

Javi Martínez habla sobre su marcha del Athletic / EFE

Tatiana Pérez

Javi Martínez se fue del Athletic Club de una forma muy controvertida. El traslado del riojano a las filas del Bayern fue el culebrón del verano de 2012. El jugador se trasladó a Alemania sin autorización de la entidad rojiblanca protagonizando un 'asalto' nocturno a Lezama justo antes de partir.

El Bayern efectuó el fichaje más caro por aquél entonces de la historia de la Bundesliga, basado en 40 millones. El club alemán entregó el cheque de cláusula de rescisión al club bilbaíno e inmediatamente Martínez dejo de contar para Bielsa. El jugador se trasladó a Múnich, pero no sin antes recoger sus objetos personales.

El Athletic denunció que el centrocampista había saltado la valla de las instalaciones deportivas sin ningún permiso. siendo descubierto por el personal de seguridad a medianoche. Según explicó el club rojiblanco, el "individuo se identificó como Javi Martínez". Ya desde Alemania, el jugador se encargó de desmentir al que fue su equipo: "Me abrieron de forma totalmente normal. De entrar cual ladrón, ni hablar".

Cinco años más tarde, Martínez ha abierto la 'caja de Pandora' y ha confesado su actuación en una entrevista para The Players Tribune. En un artículo titulado 'The Bandit' (El Bandido), el jugador explica: "Casi todas las partes de esa pequeña travesura fueron erróneas".

El internacional se justifica aludiendo que "la transferencia se finalizó a finales de agosto" y, por lo tanto, no tuvo tiempo "de decir adiós" a sus compañeros y de "recoger las pertenecias" de las instalaciones. "Llamé al club para ir durante el mediodía, pero su respuesta fue negativa. Ya no pude entrenar más para no crear malas vibraciones", asegura.

Al recibir la negativa por parte del Athletic, Martínez decidió pasarse sobre las nueve y media de la noche. "Llamé al timbre durante 15 minutos, pero no abrió nadie. Como estaban haciendo obras en ese momento, imagino que el timbre no funcionaba... El gerente del equipo tampoco respondió a mis llamadas. Sabía que había otro punto de acceso, así que me acerqué y llamé al guardia de seguridad, Iker, para que me dejara entrar. Iker salió, me abrió y me dejó entrar. Recogí las cosas y me marché. Eso fue todo", confiesa. 

El zaguero del Bayern no podía creer la polémica que se creó en el momento. En la actualidad, se ríe de la reacción de la prensa: "Imaginad como fue el día siguiente... Me dijeron que había acudido ebrio y que había peleado con el guardia de seguridad. ¡Madre mía! ¡Qué locura!".

Martínez asegura que fue muy duro dejar al Athletic, ya que para él fue como "su família". Su repentina marcha causó ciertas tensiones con el club, pero el tiempo pone todo en su lugar. Puede que al jugador le urgiera recuperar sus cosas, pero está claro que a esa hora no iba a encontrar a ningún jugador en Lezama para despedirse...