¿Por qué hay más tiempo de añadido esta temporada en LaLiga?

El Mallorca - Osasuna se fue hasta el minuto 102 por los 12 de tiempo añadido

En ningún partido de las dos últimas jornadas se ha añadido menos de tres, y prolongaciones de seis o siete ya son habituales

El cuarto árbitro, mostrando el tiempo añadido del Espanyol - Atlético

El cuarto árbitro, mostrando el tiempo añadido del Espanyol - Atlético / LaLiga

Jordi Delgado

Jordi Delgado

Desde los 10 minutos de añadido en el Espanyol - Atlético de Madrid, el debate se ha puesto sobre los minutos de prolongación que los árbitros dan al final de cada período de juego.

A partir de dos o tres hasta 12 en el Mallorca - Osasuna la pasada jornada por las revisiones de VAR, queda claro que añadir más minutos está siendo una tendencia durante esta temporada en la Primera y Segunda División españolas. Añadidos de siete, ocho o nueve minutos ya son cada vez más habituales, y pese a que sorprendió la primera vez, se aceptan los añadidos de dos cifras.

Fue un aviso del Comité de Árbitros a principio de temporada y se ha aplicado en un aspecto que irá a más. Las dos últimas jornadas de LaLiga han ampliado sus añadidos, y ya no hay ninguno menos de tres una vez terminan los 90 minutos. El mencionado Mallorca - Osasuna es el que sumó más, pero suplementarios de seis o siete ya son cada vez más habituales. Aun así, LaLiga sigue lejos de de las cifras efectivas de juego de otras competiciones de primer nivel.

Jornada 6:

6 en el Getafe - Atlético

7 en el Athletic - Rayo

3 en el Levante - Celta

6 en el Espanyol - Alavés

5 en el Sevilla - Valencia

3 en el Villarreal - Elche

4 en el Madrid - Mallorca

5 en el Granada - Real Sociedad

6 en el Osasuna - Betis

5 en el Cádiz - Barcelona (se jugaron 7)

Jornada 7:

4 en el Alavés - Atlético

7 en el Valencia - Athletic

7 en el Sevilla - Espanyol

4 en el Madrid - Villarreal

12 en el Mallorca - Osasuna

4 en el Barça - Levante

7 en el Rayo - Cádiz

5 en el real Sociedad - Elche

7 en el Betis - Getafe

En el Barça - Granada de la quinta jornada, el que más polémicas generó fueron los cuatro minutos concedidos por Jaime Latre, debido a las pérdidas de tiempo de los visitantes. Unos cuatro que finalmente se convirtieron en seis, aunque aun así no dejó con buen sabor de boca a los culés.

En la misma jornada, el Rayo - Getafe, pese al largo descuento (9 minutos), fue el que presentó el tiempo de juego menor, con escasos 43 minutos rodando el balón, según El Español. El que más fue el Celta - Cádiz, con casi 60 minutos disputados, una diferencia abismal.

En todo caso, sean cuatro o diez, parece que no deja contento a nadie. El añadido sigue siendo un criterio subjetivo y, como todo lo objetivo en el fútbol, parece aceptado por unos si les cae a favor, y rechazado por otros si les cae en contra.

La solución

Para parar todo este despropósito, la solución más fácil es implementar el tiempo transcurrido, como en otros deportes tal como el fútbol sala. La FIFA ya se ha planteado este cambio reglamentario y la medida ya se ha probado en torneos privados que experimentan con nuevas formas de mejorar el fútbol.

Las pérdidas de tiempo se han convertido en un continuo, la picaresca se ha apoderado del fair-play y las decisiones arbitrales (incluso a la hora de añadir tiempo) no se respetan ya sea por un bando o por el otro.

En estos experimentos, la reforma más implementada son tiempo de juegos de dos mitades de 30 minutos 'puros', con tiempo parado en cada interrupción del juego, lo que supondría un total de 60. Como en otros deportes, una persona (otra figura de árbitro) actuaría de cronometrador y contaría el tiempo real de juego, acabando así con la polémica en este aspecto del juego.

Unos 60 minutos que se entenderían perfectamente con los datos del tiempo real por partido en las grandes ligas, que no pasa de una media de algo más de 56 minutos en la competición que juega más, la Ligue 1 francesa.

La española es, de largo, la liga en la que se juega menos tiempo real. 51:47 minutos de media por partido según Opta, mientras que otras como la Bundesliga se coloca a 52:48, la Serie A a algo más de 54 minutos, y la Premier League a casi 55 minutos. Ni el 60% del tiempo jugando de los 90 reglamentarios, y una tendencia que continúa en progresión negativa los últimos años.

En Europa, los partidos en los que no juega un español puede variar de hasta 10 minutos efectivos de juego, según un reciente estudio del CIES, que comparaba partidos de Champions como el Atlético - Oporto o el Besiktas - Borussia Dortmund.

Con estos números, LaLiga se expone a perder el interés de los espectadores, algo que ya clamaban los impulsores de la Superliga. Los largos descuentos son, de momento, la primera medida.

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