Un juez deberá decidir el horario de los partidos de viernes y lunes

Rubiales y Tebas, en una imagen de archivo

Rubiales y Tebas, en una imagen de archivo / EFE

Ramón Fuentes

Este miércoles se ha cerrado sin acuerdo la reunión entre LaLiga y la RFEF en la sede del Consejo Superior de Deportes para negociar el espinoso conflicto de los viernes y lunes. La primera y última reunión para tratar el asunto donde no han acudido ninguno de los dos máximos mandatarios de ambas entidades. Ni Javier Tebas de la Liga ni Luis Rubiales de la RFEF. Lo que suceda ahora mismo solo queda en manos de la justicia ordinaria. 

Y es que los dos se han mantenido inflexibles en las posturas que anunciamos esta mañana en SPORT. La RFEF considera que los partidos de los viernes y lunes son una concesión suya. Como consecuencia de ello se niega en rotundo a la disputa de partidos los lunes y deja solo abierta la ventana de los viernes. Además es inflexible también en los 33 millones de euros por temporada que reclama por este concepto a la patronal. Casi ocho veces más de lo que venía percibiendo.  La RFEF ha llegado a plantear la opción de reducir de manera paulatina los partidos de los lunes.

La Liga se opone en rotundo y sigue basándose en sus dos argumentos. Primero en el Real Decreto de Venta Centralizada de abril del 2015 que regula la venta colectiva de los derechos de Primera y Segunda otorgando esta potestad a la propia patronal y donde se compensa ya a la RFEF económicamente hablando. Es más cuando la Liga negoció el último acuerdo audiovisual con los operadores nacionales e internacionales nada dijo la RFEF acerca de ofrecer estas dos franjas horarias.

Pero Liga se opone en rotundo y sigue basándose en sus dos argumentos. Primero en el Real Decreto de Venta Centralizada de abril del 2015 que regula la venta colectiva de los derechos de Primera y Segunda otorgando esta potestad a la propia patronal y donde se compensa ya a la RFEF económicamente hablando. Es más cuando la Liga negoció el último acuerdo audiovisual con los operadores nacionales e internacionales nada dijo la RFEF acerca de ofrecer estas dos franjas horarias.

Segundo, y no menos importante, que el pasado mes de marzo el propio CSD reconoció en un documento a la Liga las competencias en la fijación de los horarios de los partidos de fútbol a raíz precisamente de una propuesta desde la RFEF a la Comisión Directiva del CSD  de incluir reglamentariamente unos horarios para las altas temperaturas desde mayo a septiembre. El propio CSD está ahora como mediador en este litigio. 

Llegados a este punto ya solo quedan las dos salidas más extremas y también tratadas en este periódico.  La primera es que sea la justicia ordinaria quien decida y sea quien tenga que manifestarse en este conflicto. Y como medida extrema que la RFEF se negara a desplazar árbitros a estos encuentros. Algo que lógicamente ahora mismo no ha planteado como tal pero que puede cobrar fuerza una vez que no hay acuerdo alguno entre las partes.