Exhibición de carácter y orgullo del Granada para remontar al Valladolid

El Granada sigue soñando tras ganar al Valladolid en el minuto 96

Andrés Fernández

El Valladolid reivindicó su condición de rey del empate con otra “x” en su visita al Granada…durante 96 minutos. En un duelo pasional, intenso, con su dosis de polémica, Antonio Puertas acudió al rescate del semifinalista de Copa del Rey tras el golazo de bandera, uno de los mejores en lo que va de temporada, de Sergi Guardiola. Con todo el pescado vendido, una contra mortífera permitió a Carlos Fernández, sobre la campana, desatar la euforia en el Nuevo Los CármenesRemontada de campanillas y locura total entre la hinchada rojiblanca.

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LaLiga

2
1
Alineaciones
Granada
Rui Silva; Víctor Díaz (Antonio Puertas, 61'), Germán, Antonio Martínez, Neva; Gonalons, Yangel Herrera; Foulquier, Gil Dias (Darwin Machís, 53'), Vadillo (Fede Vico, 72'); Carlos Fernández.
Valladolid
Masip; Moyano, Kiko Olivas, Salisu, Raúl García; Óscar Plano (Antoñito, 93'), Alcaraz, Fede, Toni Villa (Rubio, 76'); Enes Ünal y Sergi Guardiola (Míchel, 79').

La fatiga de la ida de la semifinal copera en San Mamés se la trajo al pairo al Granada. Lejos de encerrarse a verlas venir, el equipo de Diego Martínez embarró un choque que, hasta el descanso, fue desesperante en lo que a faltas se refiere. Con permiso de un Valladolid colaboracionista, los andaluces propusieron pierna recia, pérdidas de tiempo, cierta tensión, tarifa plana de interrupciones y mucho contacto al límite. Sin ser sucia, la primera mitad fue absolutamente trabada, repleta de ‘croquetas’ en el verde del Los Cármenes, como si ambos estuvieran en el alambre. Apenas un centro pistonudo para Carlos Fernández despejado por Salisu, central que está llamando a la puerta de los primeras espadas de LaLiga, y un par de acciones a balón parado, qué si no, trasladaron la presión del centro del campo a las áreas.

Remontada de carácter nazarí 

Se aceleró el juego tras el reposo. Ya sin medias tintas. Ahí los avisos los puso el Granada, pero el gol fue pucelano. Sergi Guardiola convirtió un balón largo sin aparente peligro en un chicharro de escándalo, con un zurdazo sin espacio y de ínfimo ángulo, cual jugada de billar, que sorprendió a Rui Silva. Al más puro estilo Vieri o Roberto Carlos.

Lo más apetitoso era ponerse en modo conservador, pero el equipo de Sergio González declinó la suculenta ‘oferta’ y pasó a someter a un Granada tocado por el topetazo inesperado del delantero jumillano. Los pucelanos gestionaban el paso del tiempo como mandan los cánones, mientras que los rojiblancos sufrían ante la falta de frescura de piernas, desconocedores de lo que supone el desgaste de las competiciones entre semana a estas alturas de curso.

Pero claro. El gen competitivo, ese afán ganador que ha instaurado Diego Martínez en la Taifa granadí, salió a relucir a tiempo. Antonio Puertas, medio con el hombro medio con la cabeza, llevó su remate a la red para gozo de una parroquia que no deja de disfrutar. Y lo que te rondaré morena. En el último minuto del añadido, con todo el pescado vendido, el Granada montó una contra letal que Carlos Fernández recogió, se revolvió y clavó su zurdazo para completar una remontada épica y espectacular de los andaluces. Delirio total en el Nuevo Los Cármenes.