El Atlético también sabe ganar sin Costa ni Vitolo

Alba López

Los rojiblancos hicieron valer su cartel de favoritos en Ipurua llevándose el gato al agua con un solitario tanto de Gameiro que deja a los de Simeone a seis puntos del Barcelona, a expensas de lo que hagan los azulgrana en Anoeta. Sin Diego Costa ni Vitolo en el once, volvieron los colchoneros al plan del arranque de temporada y esta vez la moneda cayó cruz en un partido rácano, pero inteligente de los hombres del 'Cholo'.

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LaLiga

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Alineaciones
Eibar
Dmitrovic; Capa, Ramis, Paulo, Cote; Ivi (Orellana, 46'), Dani García, Jordán (Diop, 73'), Inui; Charles (Kike García, 64'), Sergi Enrich.
Atlético
Oblak; Vrsaljko, Giménez, Godín, Lucas; Correa (Carrasco, 54'), Thomas, Saúl, Koke; Griezmann (Fernando Torres, 76'), Gameiro (Augusto, 68').

El Atlético saltó como una moto a Ipurua y en los diez primeros minutos ya generó dos ocasiones clarísimas de gol: la primera, un disparo cruzado de Correa que se perdió lamiendo el palo derecho de la portería de Dmitrovic; la segunda, un remate a bocajarro de Koke tras una cabalgada de Vrsaljko por la derecha que no acabó dentro de milagro.

La puesta en escena de los rojiblancos fue toda una declaración de intenciones. Simeone, desde la banda, ordenaba a sus pupilos adelantar líneas, y con la defensa colchonera bordeando el centro del campo el Eibar las pasó canutas para sacar el balón jugado desde atrás. El papel desempeñado por Griezmann fue fundamental en ese tramo del encuentro. El francés batió líneas a su antojo y de sus botas nació todo el peligro que llevó el 'Atleti' sobre la meta de Dmitrovic. La aportación de Gameiro cayendo a banda derecha también resultó clave, pero fue en el momento en que ambos intercambiaron posiciones cuando llegó el primer tanto del encuentro, obra de Gameiro a pase de su compatriota desde la derecha. La contra, lanzada por Koke, fue de manual.

El tanto hizo despertar de su letargo al Eibar y Charles rozó el empate armero con un remate de cabeza desde el interior del área chica que se marchó alto. Todo el peso del partido lo pasó a llevar el Eibar desde entonces, pero daba la sensación de que en cualquier momento el Atlético podía matar el partido al contragolpe. Era una sensación rara. Infranqueable, la defensa colchonera se dedicó a despejar en largo todo lo que le llegó. Y le funcionó de maravilla ante un Eibar que no encontraba la forma de meterle mano. 

Tras el descanso, Mendilibar dejó en el banco a Ivi y dio salida a Orellana en busca de algo más de profundidad. Y lo agradeció el Eibar, que de la mano del chileno empezó a entrar más por el centro. La permuta también benefició a Capa, que con el carril diestro para él solo pudo incorporarse con más frecuencia al ataque.  

La respuesta de Simeone, viendo que el Atlético no carburaba en la reanudación, fue retirar del campo a Correa, que había ido de más a menos en el partido, e introducir a Carrasco, que pasó a ocupar el flanco zurdo colchonero. Con Koke en la derecha el Atlético perdía profundidad, pero ganaba empaque. Mediado el segundo acto, aun así, rozaba el empate el Eibar en una falta lateral que Sergi Enrich cabeceaba a las manos de Oblak

La irrupción de Augusto por Gameiro bajó las revoluciones del partido y eso sentó bien al Atlético, que con el mediocentro en el campo recuperó el control del juego después de unos minutos de claro dominio armero. La última palabra, no en vano, la tuvo Griezmann, que se quedó con ella en la boca en un mano a mano con Dmitrovic. El canto del cisne armero fue un cabezazo de Paulo Oliveira a la salida de un saque de esquina que atrapó Oblak sin pestañear. El esloveno también sacó una buena manopla a Inui en el tramo final. En la última jugada del encuentro el Eibar reclamó unas posibles manos dentro del área rojiblanca que Mateu Lahoz entendió como involuntarias.