Los efectos secundarios del 'sí' de Griezmann al Atlético

Puede que para muchos aficionados al fútbol el 'sí' de Antoine Griezmann al Atlético de Madrid haya cerrado uno de los grandes culebrones de los últimos meses, pero podríamos tener algunos capítulos más. Todavía. Y es que la continuidad del francés en el conjunto 'colchonero' podría provocar cierta revolución empezando por el vestuario.

Tras 'atar' a Griezmann, el guardameta Jan Oblak es el siguiente de la lista en pasar por las oficinas del club para reclamar una mejora salarial y no se quedará corto en las peticiones visto lo visto. El papelón recae en manos de Enrique Cerezo y Miguel Ángel Gil que van a tener que rascarse el bolsillo por la promesa que hicieron tras la consecución de la Europa League ante el Olympique de Marsella el pasado mes de mayo. 

Del mismo modo, el segundo efecto 'negativo' podría ser su relación con algunos de sus compañeros en el vestuario. Y eso podría afectarle sobre el terreno de juego. A pesar de que Diego Costa lo dijo entre risas, no sabemos hasta qué punto fue una broma su comentario de hace un par de días: "Se ha quedado con toda nuestra pasta". El hispanobrasileño dejó entrever que la mejora ha sido sustancial y lo suavizó admitiendo que se alegra de que siga.

Parte de la afición lo cuestiona

Y el tercer efecto secundario que puede tener esta continuidad recae en una parte de la afición que ya no cree en él. Muchos consideran que lleva dos temporadas jugando al despiste y no quieren volver a ser engañados. Desde algunos sectores, incluso, admiten que no le aplaudirán y que no debería haber jugado la final europea esta pasada temporada.

Griezmann intentó, desde la concentración de su selección, sofocar estos 'ánimos' con un mensaje clarividente: "Entiendo que algunos aficionados hayan podido ponerse nerviosos ante la incertidumbre. Es lógico. Pero sólo puedo tener palabras de agradecimiento hacia nuestros seguidores, siempre me apoyan y yo trato de devolverles esas muestras de cariño dándolo todo sobre el terreno de juego", admitió.

Una renovación complicada que podría traer de cabeza al Atlético en los próximos meses. Si los resultados no acompañan, ese incremento no habrá servido para nada. Solo el tiempo dirá si Cerezo acertó con su millonaria decisión.