El Valencia se inmola en un primer periodo horripilante

El Villarreal se lleva los tres puntos y deja muy tocado al conjunto ché

Lucas Cadete

Si este año se suspendieron las Fallas en Valencia, tranquilos. Porque hay un 'Ninot' que arde y se consume en una pira de poco fútbol, guerras internas y sueño europeo cada vez más lejano. Y no es otro que el desquiciado Valencia de un no menos desquiciado Celades. El Villarreal se comió a los ches en un primer periodo magnífico de los locales, con dos goles que pudieron ser más.

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LaLiga Santander

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Alineaciones
Villarreal
Asenjo; Mario, Albiol, Pau Torres, Quintillà; Iborra (Bruno, 65'), Anguissa, Cazorla (Morlanes, 89'); Gerard Moreno (Moi Gómez, 80'), Paco Alcácer (Ontiveros, 89'), Chukwueze (Bacca, 89').
Valencia
Cillessen; Florenzi, Guillamón, Gabriel Paulista, Gayà (Jaume Costa, 41'); Ferran Torres (Guedes, 46'), Parejo (Kondogbia, 65'), Wass, Carlos Soler; (Kang-In Lee, 79') Rodrigo (Gameiro, 79'), Maxi Gómez.

Los de Javi Calleja son la otra cara de la moneda en la Comunitat. Un once que aspira a todo, que se acerca al Sevilla, que olfatea la Champions y que juega al fútbol como los ángeles. Dos golazos de Paco Alcácer y Gerard Moreno deshicieron al Valencia con total justicia. 

El duelo, marcado por el infernal horario de las cinco de la tarde, comenzó con un Villarreal mandón ante un Valencia con poca confianza en sus posesiones. Así, un fallo en la salida de los de Celades acababa en la primera opción grogueta, un zapatazo de Chukwueze desde el vértice del área que se perdió cerca del palo largo de Cillessen.

Más y mejor con la pelota el conjunto de Javi Calleja. Y así, justo premio antes del cuarto de hora, cuando combinaron a placer los tres puntas de amarillo. Chukwueze movió las filas, Gerard Moreno puso un pase filtrado perfecto y Paco Alcácer enganchó una volea perfecta al palo opuesto. Estatuaria la zaga visitante, el exvalencianista de Torrent que no lo celebraba, el 1-0 ya en todo lo alto.

El Valencia ya estaba desconectado, errático, tenso. La desesperación de Rodrigo Moreno en una contra ante la lentitud de sus compañeros era todo un síntoma, y al paso por el minuto 21 un cabezazo bombeado de Gerard Moreno a la salida de un córner se iba a la madera. ¿La defensa? Relax al solecito.

Y es que el cuadro de Celades estaba pasivo sin pelota, lento con ella. Transiciones sin tino, un juego pausado y torpe sólo traducido en centros al área muy inocentes. Y como a perro flaco todo son pulgas, Gayà se echaba la mano a la parte posterior del muslo. Lesión del de Pedreguer, y Jaume Costa al verde en una cita sin duda especial para él.

Y si a los 43 minutos, en un lanzamiento de falta, Cillessen salvaba el dos a cero en un remate a bocajarro de Albiol, segundos más tarde un servicio en largo de Asenjo lo domaba de primeras Santi Cazola en un control-dejada sólo al alcance de los cracks de verdad. Y no menos bueno el remate de volea de Gerard Moreno, latigazo a las mallas, el número trece del experico en Liga.

Suerte tuvo el Valencia de Albert Celades con ese dos a cero en el intermedio. Y es que el recital de los jugadores ofensivos del Villarreal mereció sin duda mucho más premio.

Pareció querer dar un paso adelante el Valencia en la reanudación. Guedes entraba al campo pero el Villarreal pronto se acercaba con peligro a Cillessen, en un testarazo desviado de Gerard Moreno. No obstante, era otro Valencia, y Parejo a los siete minutos llegaba en segunda línea para crear peligro, balón despejado por la defensa de los castellonenses.

El duelo estaba más abierto, precioso, con llegadas a las dos porterías sin tregua de ninguna clase. Al paso por la hora de juego, Paco Alcácer remataba mal de primeras, lo que ya es noticia, en otra llegada a placer del desbordante Chukwueze. Eso sí, el Valencia pisaba más el campo rival.

Sorprendente la salida del campo de Dani Parejo cuando estaba dirigiendo el intento de remontada, Kondogbia al verde. Las posesiones de los de Celades eran largas pero estériles, mientras el Villarreal se pertrechaba en sus cuarteles defensivos con tranquilidad, sólo en pos de alguna contra aislada. 

El partido moría entre la calma grogueta y el querer y no poder de los ches. Gameiro se iba solo y Asenjo salvaba su disparo en una jugada después anulada por fuera de juego. Al final Bacca rozaba el tres a cero y el encuentro acababa con una justísima victoria local. Qué distinta se ve la vida en La Cerámica.