Un cabezazo ganador de Godín eclipsa la noche de Iñaki Williams

X. Serrano

Castigo injusto para el Athletic en el Metropolitano. En dos ocasiones se adelantaron los leones por mediación de Iñaki Williams, pero el conjunto capitalino igualó ambas dianas con goles de Thomas y Rodri. Un testarazo de Godín, lesionado desde el minuto 64, confirmó la victoria colchonera en la última acción del partido. Así, los vizcaínos profundizan la crisis deportiva más importante de los últimos tiempos. 

Lo cierto es que la igualdad fue la tónica dominante del encuentro, sobre todo antes del intermedio. Descontando los diez minutos iniciales, en los que el Atlético cercó el gol imprimiendo un alto ritmo al partido, ninguno de los dos equipos generó ocasiones claras de peligro en un enfrentamiento que se estaba disputando lejos de las áreas. Dos disparos desviados de Arias y Susaeta, y poco más.

Así fue hasta que el Athletic estrenó el luminoso a los 36 minutos en una gran acción de contragolpe nacida en la banda derecha. Susaeta voló por el perfil derecho y centro desde la línea de cal para la incorporación de San José, que engatilló un misil que Oblak apenas pudo salvar desviando el cuero al poste. Atento, Iñaki Williams empujó el rechace sobre la línea de gol. 

Los colchoneros reaccionaron al primer gol encajado antes del descanso en toda la temporada y buscaron el empate. No obstante, el desgaste ante del Dortmund hizo mella en los pupilos de Simeone, que controlaban el cuero en campo rival, pero carecían de frescura en los metros decisivos. 

No varió el panorama tras el paso por vestuarios, con un Atlético que dominaba sin someter y un Athletic disciplinado atrás que no dudaba en sorprender al contraataque. De hecho, Williams estuvo a punto de subir el 2-0 al marcador tras una gran jugada personal de Unai Núñez, que cortó un balón, corrió la banda y centró de espuela. Su derechazo raso, sin embargo, se topó con los seguros guantes de Oblak. 

Simeone veía cómo el partido se encallaba y movió el banquillo con rapidez. Tanto que en el 62 ya había realizado los tres cambios: entraron Vitolo, Gelson Martins y Kalinic, se fueron Diego Costa, Montero y Correa. Antes de que estas modificaciones pudieran surgir efecto, Thomas decidió empatar el encuentro con un violentísimo derechazo desde el exterior del área. 

Lejos de amedrentarse, el Athletic volvió a ponerse por delante en el luminoso en la acción inmediatamente posterior. Muniain recibió en el centro del campo tras una buena recuperación defensiva y asistió en profundidad a Iñaki Williams, que aguantó el cuerpo a cuerpo con Godín y superó a Oblak por bajo. Una acción doblemente perjudicial para el Atlético, pues su capitán se lesionó en la carrera. Sin cambios restantes, el uruguayo se limitó a ocupar el área rival hasta el final del partido. 

Los leones estaban cuajando una actuación inmejorable hasta el momento, pero 90 minutos en el Metropolitano se hacen muy largos. Con el avance del crono, el conjunto capitalino fue cerrando el cerco sobre el área rival, con más intensidad que fluidez. No sería hasta el tramo final que el Atlético voltearía el marcador a pelota parada. Rodri fue el encargado de empatar el choque tras peinar al primer palo un córner picado por Thomas.

Quedaban 10 minutos de partido y el Atlético se fue con todo a buscar la victoria, de nuevo apelando más a al épica que al juego. Así fue como en el minuto 92 Thomas picó una falta muy pasada, que Saúl 'in extremis' salvó sobre la línea de fondo antes de que Griezmann asistiera con la punta de la bota a Godín, que cojeando cabeceó al fondo de la red. La épica del capitán prolonga el pleno de victorias en el feudo rojiblanco.