Bryan despierta a un Sevilla gris

El Sevilla salvó un punto ante el Eibar

El Sevilla salvó un punto ante el Eibar en los minutos finales / LaLiga

Alba López

Es una montaña rusa de emociones el Sevilla de Pablo Machín, que hoy volvió a dar la de arena ante el Eibar en el Sánchez Pizjuán, donde los hispalenses sólo han sido capaces de sumar un punto de los últimos nueve posibles. Ben Yedder y Sarabia evitaron la tragedia hispalense con dos goles cuando el partido moría que sirven para rescatar al menos un punto. Aúllan los lobos desde atrás, pero de momento el Sevilla se mantiene cuarto en la tabla.

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LaLiga

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Alineaciones
Sevilla
Vaclik; Promes, Kjaer, Carriço (Bryan, 73'), Wöber, Escudero (Jesús Navas, 60'); Banega, Roque Mesa (Vázquez, 61'); Sarabia; André Silva, Ben Yedder.
Eibar
Riesgo; Rubén Peña, Arbilla, Ramis (Oliveira, 57'), José Ángel; Orellana, Diop, Jordán, Cucurella; Sergi Enrich (Escalante, 71'), Charles (Kike, 82').

Se vio al Sevilla en la primera parte hasta que se gripó con cuando se llegaba al ecuador. Orellana hizo un auténtico lío a Carriço Kjaer dentro del área y abrió la lata del partido con un chute a bocajarro ante Vaclik. El tanto del chileno llegaba precedido de un error garrafal en la salida de balón. Tanto jugaron con fuego los hispalenses que terminaron quemándose.

Y eso, que la puesta en escena del equipo Machín no había sido nada mala, con Banega en plan jefe en la sala de máquinas y Sarabia moviéndose entre líneas como pez en el agua. La realidad, sin embargo, es que Riesgo apenas tuvo que intervenir salvo en contadas ocasiones y siempre para sacar de puerta.

Por el Eibar, brilló Cucurella en el costado izquierdo, ofreciéndose siempre a su compañeros y soltando el balón de primeras, como aprendió en La Masia. Cada vez que el de Alella entró en contacto con el balón lo agradeció su equipo, siempre verticales a la contra y agresivos a los espacios los armeros.

Nada tuvo que ver el Sevilla que saltó al campo tras el descanso con el que se había visto antes. Aumentó de revoluciones y con eso le alcanzó para atenazar a su rival. André Silva dispuso de un disparo franco para hacer el empate, pero disparó al muñeco.  

Mendilibar se vio obligado a mover sus fichas por unos problemas musculares de Ramis. El cambio, central por central, no alteró el panorama. Por aquel entonces, el partido ya era claramente blanquirrojo. 

Echó más leña al fuego Machín metiendo a Jesús Navas y Vázquez sobre el césped. La entrada del de Los Palacios reubicó a Promes en el carril izquierdo. El argentino entraba para dotar de creatividad al equipo a partir de tres cuartos de campo.

El tiro, sin embargo, le salió por la culata al técnico soriano, ya que apenas un minuto después de los cambios el Eibar aumentó su renta en una jugada diseñada en el laboratorio de Mendilibar. En un saque de esquina, Arbilla cabeceó el balón en el segundo palo y Charles, que llegaba de frente, solo tuvo que empujarlo al fondo de las mallas. 

Parecía la sentencia hispalense, pero al Sevilla hay que matarlo tres veces. Y eso, que le crecieron los enanos cuando Banega fue expulsado por hacer el tonto dejando a su equipo en inferioridad numérica para el último cuarto de hora de partido. 

La aparición estelar de Bryan lo cambiaría todo. El canterano, que había sustituido a Carriço, se echó a los mayores a la espalda y a su lomo cabalgó el Sevilla consiguiendo recortar distancias en el minuto 88 por mediación de Ben Yedder e igualando el partido ya en el descuento con un gol de Sarabia a pase de Promes. Ver para creer.