El Betis prolonga su momento dulce

Alba López

Mira el Betis directo a los ojos a Europa tras imponerse al Eibar y escalar a la quinta posición de la tabla. En medio de un ambiente de gala —se colgó el cartel de no hay entradas en el Benito Villamarín—, los verdiblancos sumaron su cuarta victoria consecutiva y prolongan su momento dulce. Sergio León y el armero Arbilla fueron los autores de los tantos heliopolitanos en una tarde mágica en Heliópolis.

La prueba del descaro con el que el Betis afrontó el encuentro fue la primera acción del choque, un disparo directo de Guardado en el saque de centro que metió el miedo en el cuerpo al banquillo armero. A partir de ese momento el Betis se hizo con el control del esférico, pero le faltó velocidad en la circulación de balón y claridad en los últimos metros, donde la defensa del Eibar impuso su ley. 

Hasta que Sergio León aprovechó un estupendo pase filtrado de Barragán para batir a Dmitrovic en el mano a mano. El delantero cordobés superó al meta azulgrana con un precioso disparo con el exterior del pie que entró pegadito al palo. La respuesta del Eibar fue cabezazo a bocajarro de Jordán tras un servicio de Pedro León que era un cheque al portador. El remate del centrocampista armero, sin embargo, se estrelló en el muñeco.

Tras el paso por vestuarios el viento continuó soplando a favor del Betis. Sobre todo, a raíz del segundo tanto verdiblanco, obra de Arbilla en propia puerta cinco minutos después de la reanudación. Barragán se metió hasta la cocina de los discípulos de Mendilibar y cruzó un centro al área desde la línea de fondo. El central del Eibar, en su intento de despejar el balón, acabó introduciéndoselo en su propia portería.

La solución de Mendilibar fue retirar del terreno de juego a Escalante Cote e introducir a Capa Inui. El japonés, que la próxima temporada vestirá de verbiblanco, fue recibido por el Villamarín con aplausos. La entrada de Loren Joaquín en el Betis tampoco varió el panorama de ahí al pitido final del colegiado.