Saúl y Griezmann regalan una victoria de oro a Simeone

Griezmann cerró la victoria del Atlético en Eibar

Griezmann cerró la victoria del Atlético en Eibar / sport

Jordi Blanco

El Atlético de Madrid recuperó en Eibar la ley del partido a partido y sumó tres puntos de mayor trascendencia de la que podría pensarse. Sobre un campo helado y frente a un rival invicto en Ipurua desde octubre, el Atleti le regaló a Simeone una victoria por su quinto aniversario.

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Liga Santander

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Alineaciones
Eibar
Yoel, Capa, Dos Santos, Lejeune, Luna, Dani García, Fran Rico, Pedro León (Rubén Jiménez 76'), Inui (Bebe 68'), Adrián González (Nano 82') y Sergi Enrich.
Atlético Madrid
Moyá, Vrsaljko (Juanfran 45'), Savic, Godín, Filipe Luis, Giménez, Gabi, Saúl, Koke, Griezmann y Fernando Torres (Gameiro 71').

Desde aquel siete de enero de 2012 en que, el Atlético empató sin goles en Málaga y hasta hoy, mucho cambió el Atlético. Primero en crecimiento hasta conquistar la leyenda... Y ahora, en quizá el momento menos firme, devolviendo al plano el carácter que Simeone impuso al equipo.

Através de ello ganó el duelo, disputado en condiciones muy frías y sobre un terreno de juego en parte helado, que no se decidió hasta la segunda mitad, abierto primero con un cabezazo de Saúl, en fuera de juego cuando centró Filipe Luis, y sentenciado después por Griezmann, quien comenzó y acabó una excelente jugada combinada con Gameiro.

El revoltoso delantero francés, colocado en ataque junto a Fernando Torres y desplazando al banquillo más de una hora a Gameiro, volvió a evidenciar su crecimiento futbolístico, ese que le ha puesto en la mira de cualquier grande de Europa que se precie y que motiva los rumores de una oferta descomunal del Manchester United.

Fue el quien cerró la discusión frente a un descarado Eibar, que no pudo trasladar a Ipurua la fiesta de la Copa que disfrutó en Pamplona cuatro días antes, y que cedió ante la insistencia y solidaridad coral de un Atlético que dio la sensación de recuperar la imagen de los mejores días al mando de Simeone.

Y es que quiso pero no pudo el grupo de Mendilibar, rendido sin discusión a un rival que a medida que pasaron los minutos fue imponiendo su mayor calidad. Sin Oblak, ausente por lo menos hasta mayo, ni Carrasco, lesionado de menos importancia, el Atleti recolocó su carácter en el plano.

Y de esta manera asaltó Ipurua, para obsequiar a Simeone con el mejor regalo en su quinto aniversario al frente del equipo.