Un Atlético deprimido se atasca ante el 'Lega'

Francesc Ripoll

Este Atlético está herido. Y de gravedad. Cuando un equipo no está bien anímicamente, esto perjudica en los reultados. Y es que los colchoneros no pasaron del empate a cero ante el Leganés, colista pero que demostró que Aguirre le ha cambiado la cara. Minimizó a los rojiblancos e incluso en gran parte del partido pareció que podía asaltar el Wanda.

Salió dormido el cuadro local. O quizá, todavía con la mente puesta en su eliminación copera. Pero algo le pasaba. Los colchoneros, apáticos, no encontraban el camino con balón. Su ritmo de juego lentísimo, sin profundidad, lo aprovechó un Leganés que salió al verde con un planteamiento de lo más defensivo -había seis defensas en la alineación- pero supo utilizar sus armas para golpear. Y suerte tiene el 'Cholo' de Oblak, pues salvó dos claras ocasiones de los pepineros. No parecía que los del sur de Madrid eran los colistas.

Los de Aguirre mantuvieron su plan. Muy bien plantados atrás, sin dejar prácticamente fisuras y desbaratando todas las pocas intentonas rojiblancas, siempre con Correa como protagonista. Mandó un balón por arriba del travesaño e intentó asistir a un Morata que se topó con Cuéllar.

Viendo el panorama, Simeone dio entrada a Vitolo tras el receso. Y pese a ganar algo más de profundidad, los colchoneros tenían un excesivo miedo al error y seguían atascados en la faceta ofensiva. El 'Lega', a lo suyo. Con las ideas muy claras, supo mantener la compostura e incluso estuvo a punto de adelantarse con un tiro de Recio. El Wanda, divididó, estalló entre pitos y ánimos para los suyos. 

Joao Félix, con poco protagonismo, dio un paso al frente y empezó a ser más presente en los ataques atléticos. Pero de nada sirvió el arreón final ni protestar penaltis que el VAR desestimó. De hecho, el partido terminó con Cuéllar expulsado por perder tiempo y con una bochornosa tangana. Pero dio igual. Los pepineros fueron demasiado fuertes. Este Atlético no levanta cabeza.