El Atleti se estrella en Ipurua

El Eibar consigue tres puntos de oro ante el Atlético de Madrid

Franc Mendiola

Lluvia, frío y una intensa lucha. Un día más en la oficina, en este caso el verde de Ipurua. Una noche de felicidad para el Eibar, que después de ganar solo uno de sus siete últimos partidos, quebró su mala dinámica a costa de todo un Atlético de Madrid. Por no decir que Mendilibar nunca le había ganado a Simeone en 14 partidos. El equipo del Cholo empezó perdiendo y en esa tesitura su mundo se torna negro, pues no remonta un partido de Liga como visitante desde el 9 de abril de 2016.

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LaLiga

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Alineaciones
Eibar
Dmitrovic; Tejero, Burgos, Bigas, José Ángel; Edu Expósito, Sergio Álvarez; Pedro León (Cristóforo, 74'), Orellana (De Blasis, 80'), Inui; Sergi Enrich (Charles, 87').
Atlético de Madrid
Oblak; Arias, Felipe, Savic, Saúl Ñíguez; Héctor Herrera (Lodi, 73'), Saúl, Thomas, Correa, Vitolo (Clemente, 88'); Joao Félix (Camello, 83') y Morata.

Este sábado lo hizo en un estadio donde nunca había caído en Primera, que le impide encadenar el cuarto triunfo seguido. La decepción de la Supercopa de España, un lastre candente ante un Eibar que da un golpe sobre la mesa y marca distancia con el descenso.

El conjunto vasco hizo lo de siempre y con eso le bastó. Erre con erre con los centros al área, acumulando mucha gente en el remate e insistiendo hasta la pesadez. Lo sabía el Atlético, pero no frenó una estrategia que ya es como las sempiternas incursiones de fuera hacia dentro de Messi: siempre sabes por dónde se va a ir pero aun así no lo puedes parar. Oblak, en una falta envenenada de Pedro León, intervino con una manopla magistral. De nada sirvió. La pizarra de Mendilibar surtió efecto en un córner que Sergi Enrich peinó al segundo palo y Esteban Burgos, sin oposición, empujó fácil a la red.

Nadar para morir en la orilla

Cada balón al área era un dolor de muelas para el Atlético, precisamente una de las asignaturas en las que mejor nota saca. Las disputas se contaban por derrotas, y no dejaba de hacer concesiones en las segundas jugadas. Se veía vendido el equipo colchonero ante el empuje eibarrés. Poco a poco, las aguas en el Bajo Deba volvieron a su cauce. Se reactivaron los rojiblancos antes del descanso, apoyados en el olfato al espacio de Morata y la participación, más activa de lo usual, de Joao Félix. Así siguió la cosa tras el receso. Correa buscó la escuadra en una notable acción triangulada, pero el balón ignoró su intención. Vistoso el encuentro, repleto de disputas y brega. El Atleti cargó las inmediaciones de la frontal con toda su infantería, pero nadie se erigió en el comandante general que necesitaban para dar amplitud y completar ese último pase que marcara la diferencia.

El Eibar pinchó el globo del equipo otrora conocido como el ‘pupas’, hasta el punto de hacer estéril cualquier intento de jugada dañina. Quedaba la cornada definitiva, que llegó en forma de chut raso, seco y duro de Edu Expósito.