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Así es el primer contrato profesional de la historia en el arbitraje español

Los árbitros españoles ya cuentan con un contrato profesional

Los árbitros españoles ya cuentan con un contrato profesional / AFP

Ramón Fuentes

Ramón Fuentes

A principios del mes de septiembre todos los árbitros y asistentes del fútbol profesional firmaban su primer contrato con la RFEF que regula su relación laboral por una temporada. Un hito histórico porque nunca hasta ahora había tenido el estamento arbitral esta relación laboral con el estamento federativo. que tiene su fecha de inicio el pasado 1 de septiembre y concluye el 30 de junio.

El diario SPORT ha tenido acceso a este documento de dieciséis páginas que firman el árbitro como trabajador del fútbol profesional y la propia RFEF. 

Entre los requisitos en la categoría de Primera división para poder firmarlo está el tener una experiencia previa mínima de 9 años como árbitro en competiciones federadas, y de ellos, uno como mínimo como colegiado de Segunda división. En el caso del asistente, son cinco años la experiencia y una de ellas en la categoría de plata. Para los árbitros de Segunda, la experiencia se reduce a siete años, estando 1 en Segunda B y en los asistentes se reduce a tres con un de ellos en la categoría de bronce del fútbol español. En el caso del VAR, para poder ser asistente de video, se requiere una experiencia de 9 años como árbitro una de ellas en Primera o Segunda. 

Como el mismo contrato especifica, este contrato se trata de "una relación laboral especial, con carácter regular, dentro de la práctica de deporte profesional, entre un deportista profesional, como es el árbitro profesional que se dedica a esta práctica deportiva, de forma voluntaria, con habitualidad y regularidad para una actividad deportiva, como es la RFEF, y bajo su dependencia a través del CTA". 

El contrato incluye una retribución fija en torno a los 114.000 euros más las derivadas de sus distintas funciones en los partidos o como VAR

Este nuevo contrato establece, conforme a lo acordado por la RFEF y la Liga en agosto del 2018 en el convenio del arbitraje profesional firmado por cinco temporadas, las cantidades a percibir por los colegiados, asistentes y árbitros de VAR o AVAR. En este caso se trata de una retribución anual bruta 114.121 euro dividida en diez pagas de donde se deduce la cotización a la Seguridad Social. Cantidad que también, al igual que todas las derivadas de los contratos  asume la Liga conforme al mismo convenio. 

Además hay una cantidad por partido que en el caso de los árbitros de Primera está en torno a los 4300 euros. La cantidad desciende a los 1928 en Segunda. En lo que afecta a las labores del VAR, cada partido implica para cada colegiado una cantidad alrededor de los 2100 euros. En el caso de Segunda se reduce a 964. En lo que afecta al AVAR, un asistente de Primera percibe también esta cantidad de 964 y si es de Segunda se reduce en quinientos euros. El contrato implica también la cesión de sus derechos de imagen tanto individual como colectiva a la RFEF percibiendo a cambio la cantidad bruta de 22.842 euros.

Obligatorio un autoanálisis en las 48 siguientes a concluir el partido

El contrato expone una serie de requisitos que deben cumplir todos ellos  en cada partido y que pasan por llevar a cabo la preparación físico-táctica de cada partido (algo que ya hacían con anterioridad a la firma de este documento), pernoctar la noche antes del encuentro en la localidad donde se celebre (situación que ahora se ha visto modificada por el COVID permitiendo viajar el mismo día siempre que el encuentro lo permita).

Además debe haber una reunión previa y posterior con su equipo arbitral y el asignado en la sala de VOR. Esta última debe hacerse por videoconferencia. 

El contrato también recoge, como ya contamos en su día en SPORT, la obligación de analizar y estudiar cada una de las actuaciones en vídeo en un plazo no superior a las 48 horas de la conclusión del partido, enviado en ese plazo al propio CTA un informe de auto- análisis con recoja lo más importante del choque, las cosas a mejorar y los aspectos consolidados.

Unos requisitos mínimos y exigentes de preparación física y técnica

Dieciséis páginas donde queda expuesto también todo lo relativo al apartado físico, técnico y médico en aras a lograr el mejor estado físico y técnico de todos ellos. En cuanto al primero, todo deben pasar las pruebas físicas convocadas por el CTA además de tener que realizar una serie de tareas encomendadas por el propio Comité desde el punto de vista técnico en aras a la mejora arbitral. Se trata de video test, test de discusión, módulos de formación online exámenes de las reglas de juego, protocolo de VAR y reglamentos federativos; formación sobre distintos protocolos contra el racismo, violencia, xenofobia etc...

En la parcela física están las citadas pruebas físicas y técnicas que establece el CTA a lo largo de la temporada en donde deben cumplir los baremos mínimos. El próximo mes de noviembre tendrán lugar las segundas de esta temporada en curso después de las primeras que pasaron cada árbitro en su federación territorial como consecuencia del COVID. Desde el punto de vista técnico deben realizar una serie de tareas que pasan por video test, módulos de formación online, exámenes de las reglas de juego, protocolo de VAR, conocimiento de los reglamentos federativos así como de distintos protocolos de actuación relativos a la violencia, xenofobia, racismo etc..

El apartado físico incluye también un "planning" de trabajo muy exhaustivo que todos deben cumplir que pasa por un mínimo de seis sesiones de entrenamientos a la semana donde debe haber hasta cuatro tipos de entrenamiento (partido, recuperación activa, alta intensidad y cardiaco). En lo que afecta alta intensidad deben realizarse un mínimo de doce minutos en cada entrenamiento. 

Además cada día deben cumplimentar una métricas sobre su peso, frecuencia cardiaca en reposo, horas de sueño y la calidad del mismo, percepción de cansancio y estado anímico. Datos que deben incorporar a una plataforma y que será el propio CTA quien evalúe semanalmente.

En la parcela médica, junto al control previo a cada temporada, deben someterse a un control de peso y masa corporal cada mes, debiendo estar dentro de los límites que fija el propio CTA. Además deben comunicar al propio Comité cualquier lesión, enfermedad, anomalía. Más ahora con la situación del COVID. 

Además el propio contrato obliga a asistir a cualquier requerimiento de los Comités Disciplinarios o cualquier otro órgano federativo además de participar en las entrevistas, zonas mixtas o cualquier evento organizado por el área de comunicación de la RFEF.

Una jornada de trabajo en torno a las 1800 horas anuales

El punto dos de la claúsulas deja claro que "el trabajador que no participe en una de las actividades obligatorias, o no comparezca sin causa justificada, así como el abandono de una prueba o actividad, reunión o seminario sin la debida autorización de CTA, incurrirá en la inmediata suspensión de cualquier designación arbitral".

La jornada de trabajo la estima el contrato en torno a las 1792 horas anuales repartidas en torno a unas 24 horas semanales derivadas de los desplazamientos a los partidos, ya sea como equipo arbitral o VAR. Otras doce horas se dedican al entrenamiento, a razón de tres o cuatro diarias. Se suman cuatro más para las labores de autoanalisis con el visionado del partido y el correspondiente informe. En total, y siempre con carácter variable, unas 40 horas a la semana de trabajo con descanso semanal de al menos día y medio. Además tienen derecho a treinta días de vacaciones bien de forma continuada o fraccionada, condicionado a las competiciones.

Esta primera temporada permite no trabajar en exclusividad

Entre los motivos para extinguir el contrato está que se produzca de mutuo acuerdo entre las partes, por despido disciplinario,muerte o incapacidad. Además está la opción que sea el trabajador quien lo solicite de forma voluntaria, por la perdida de licencia de árbitro profesional derivada de la perdida de la categoría o por no superar durante dos fases consecutivas las pruebas físicas o técnicas. Esta primera temporada permite compatibilizar sus funciones arbitrales con otras, dejando de percibir alrededor de quince mil euros.