Kuss rinde pleitesía a Asturias y Roglic y Valverde marcan diferencias

Como viene ocurriendo cuando dos etapas de alta montaña se encadenan en menos de 24 horas, la espectacularidad que prometía el final inédito en el Puerto del Acebo no fue tal. La etapa 15 de la Vuelta a España dejó una especie de calma chicha antes del ‘Galibier’ asturiano de este lunes en la Cubilla. Los directores de la orquesta prefirieron no malgastar fuerzas en vez de dar rienda suelta al fuego de sus hombres. Así, las dos principales notas de la primera gran incursión en las montañas asturianas las protagonizaron el Jumbo Visma y Alejandro Valverde.

El equipo del líder ofreció una auténtica exhibición, con el estadounidense Sepp Kuss adjudicándose la carrera entre vítores, sonrisas y chocando las manos de los seguidores concentrados en el último kilómetro antes de meta. Los laureles para el estadounidense se empezaron a vislumbrar a partir de la subida al tercer puerto del día, un Pozo de las Mujeres Muertas que quebró la fortaleza del por entonces trío de cabeza formado por Sergio Samitier, Dani Navarro y O’Connor. Solo el primero aguantó el tirón del ex patinador de hockey hielo, que enfiló solo el camino a la gloria en lo que es ya la mejor victoria de su trayectoria como ciclista profesional.

Una alegría desbordante, fruto de una superioridad manifiesta que también evidenció el líder de la carrera. Un Primoz Roglic que aguantó y dio continuidad al ataque efectivo de Alejandro Valverde. El ‘Bala’ abrió un jugoso hueco extra de 39” respecto a sus inmediatos perseguidores, Pogacar y Miguel Ángel López, aprovechó la visita del tío del mazo a Nairo Quintana, pero no pudo dejar atrás al esloveno, que cruzó la línea de meta junto al campeón del mundo y de la Vuelta una década atrás.