Ser madre y olímpica, misión imposible en los Juegos de Tokio

La denuncia de Ona Carbonell, que renunció a llevar a su hijo de once meses, se sumó a las quejas de otras atletas

La nadadora tenía que salir de la villa para hacer la lactancia y el bebé pasarse la estancia en una habitación

Ona Carbonell realizando la rutina en Budapest

Ona Carbonell realizando la rutina en Budapest / EFE

SPORT.es

SPORT.es

Ser madre no es fácil. Ser madre y deportista de élite, menos todavía. Pero ser madre y participar en los Juegos de Tokio parece ser una dicotomía insalvable. Esta cuestión, latente por irresuelta, saltó a la esfera pública con renovada fuerza el lunes por la noche después de que Ona Carbonell anunciara que ni su hijo de casi un año, ni tampoco su pareja, viajarán a Japón debido a “las duras condiciones que impone el gobierno”.

La nadadora relató que ambos deberían pasarse encerrados en una habitación de hotel las más de dos semanas que durará su estancia en Tokio. Además, tendría que desplazarse desde la villa para hacer la lactancia, un riesgo potencial para el equipo en tiempos de pandemia. A través de su perfil de Instagram, Carbonell hizo un llamado a todas las deportistas en un contexto similar para ayudar a “visibilizar esta situación y normalizar algo que debería ser, pero obviamente no es”.

El de Carbonell no es un caso aislado. Tampoco el primero. Lo cierto es que el comité organizador no se había planteado la entrada de bebés de madres lactantes hasta que la baloncestista canadiense Kim Smith Gaucher sentenció en sus redes: “Ser una madre lactante o ser una atleta olímpica”. Aprisa, Tokio replicó el 30 de junio que “en caso de ser necesario” los hijos de las atletas lactantes podrían acompañarlas en Japón.

El comunicado desató la indignación entre las afectadas. La futbolista estadounidense Alex Morgan fue de las más contundentes: “No estoy segura de qué significa ‘en caso de ser necesario’. ¿Lo determina la madre o el COI? Somos madres olímpicas y las decimos: es NECESARIO”. La estrella americana, que dio a luz hace un año, volvió a pronunciarse en las últimas horas: “Es difícil estar lejos de mi hija durante tanto tiempo”. Una denuncia que no entiende de fronteras.