Katie Ledecky ve amenazado su reinado en la piscina

La estadounidense parte como gran favorita para reinar en la natación femenina

La irrupción de la australiana Ariarne Titmus amenaza el dominio de una Ledecky con más dudas

Katie Ledecky sigue en la cima de la natación

Katie Ledecky sigue en la cima de la natación

EFE

Reina indiscutible de la natación mundial, la estadounidense Katie Ledecky vivirá una situación inédita en los Juegos Olímpicos de Tokio, donde por primera vez verá amenazado su reinado por la irrupción de la joven australiana Ariarne Titmus.

Una formidable lucha que ya vivió su primer capítulo en los Mundiales disputados en el verano de 2019 en la ciudad surcoreana de Gwangju, en los que Titmus logró arrebatar el oro a Ledecky en la prueba de los 400 libre.

No pocos achacaron la derrota a la enfermedad, nunca especificada, de la norteamericana, que dos días más tarde se vio obligada a renunciar a la final de los 1.500, en la que Ledecky partía con el mejor tiempo de todas las participantes.

El triunfo de Ariarne Titmus, tras una espectacular remontada en el último largo dejó entrever una posibilidad hasta entonces inimaginable, la invencible Ledecky era batible.

Esta posibilidad ha ido ganando enteros con la sobresaliente temporada de la nadadora australiana, que llegará a la capital japonesa con las mejores marcas mundiales del año tanto en los 200 como en los 400 libre.

Distancias en las que Titmus, de tan sólo 20 años, rozó el récord del mundo en las pruebas de selección australianas disputadas a mediados de junio.

Si la oceánica se quedó a 44 centésimas de la plusmarca de Ledecky en los 400, tras nadar en Adelaida en un tiempo de 3:56.90, en los 200 la australiana, se quedó a tan sólo 11 centésimas del récord de la italiana Federica Pellegrini, tras firmar un crono de 1:53.09 minutos.

Unas marcas a las que no ha podido acercarse este año Katie Ledecky, que cuenta con unos mejores registros de 3:59.25 en los 400 libre, más de dos segundos peor que el tiempo de la australiana, y 1:54.40 en los 200, casi un segundo y medio más que el crono de Titmus.

Estas marcas cuestionan, por primera vez, el triunfo de la norteamericana, que tendrá que mostrar su mejor versión si quiere revalidar en Tokio los títulos de campeona olímpica de los 200 y 400 libre que logró en los Juegos de Río.

Un objetivo que parece más sencillo en la prueba de los 800 libre en la que Ledecky, la vigente plusmarquista universal, ha nadado este año casi dos segundos más rápido -8:13.64- que la australiana -8:15.57-.

Donde no hay ninguna duda sobre la victoria de la nadadora de Washington, que cumplió 24 años el pasado mes de marzo, es en los 1.500, prueba que estrenará en el programa olímpico femenino y de la que Ledecky, no sólo posee el récord del mundo, sino las once mejores marcas de todos los tiempos.

Pero la amenaza de Titmus, que a diferencia de Ledecky no competirá en los 1.500, no sólo se reduce a las pruebas individuales, sino también al relevo 4x200, donde Australia ya arrebató el oro a Estados Unidos en los pasados Mundiales de Gwnagju.

Otro obstáculo para Katie Ledecky que deberá demostrar en el Centro Acuático de Tokio su condición de reina de la natación mundial si quiere repetir las cinco medallas, cuatro de ellas de oro, que logró hace cinco años en Río, si no quiere ceder su corona ante el empuje de la joven Ariarne Titmus.