ESPAÑOLES EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE LONDRES 2012

Iván Pérez: "Es mentira que la política y el deporte no van de la mano"

A sus 40 años, este hombretón de 1,96 no se anda con tonterías. Dice lo que siente y hace lo que le apetece. Está ante sus últimos Juegos a los que acude con el claro objetivo de conseguir el oro, pero es realista y sabe que será muy difícil. Iván Pérez quiere, eso sí, una medalla

Iván Pérez ha vivido momentos de gloria con el waterpolo español y le gustaría `cerrar¿ con medalla

Iván Pérez ha vivido momentos de gloria con el waterpolo español y le gustaría `cerrar¿ con medalla / Javi Ferrándiz

Àngels Fàbregues

Justo antes de empezar la entrevista suena su móvil. Es su mujer. Le tiene un buen rato en el teléfono. Cuando cuelga nos pide disculpas y dice... “mujeres” y se ríe. Todo lo que tiene de grande lo tiene de bueno y se le ve un hombre paciente, amable y dulce, como buen cubano que es. Sin embargo, Iván Pérez no es de los que se calla. De entrada, una reivindicación: “Esto de que el deporte y la política no van de la mano es mentira totalmente. Todo es política. Me gustaría que los Juegos fueran todo deporte puro y duro. Que no vayan allí los políticos a hacer sus negocios y que todo lo que se mueva sea por pasta. ¿Que falta dinero? Pues quita jueces. Hay 10.000 atletas y 9.000 jueces¿ ¡pues quita jueces y mete más atletas!”. No está mal para empezar.

Será uno de los más veteranos de la delegación española y valora lo que significa el privilegio de estar en unos Juegos: “Hay que vivirlos. No es comparable con nada. No sé qué tienen, quizás que sean cada cuatro años. Está concentrado lo mejor de lo mejor del deporte mundial y es algo muy especial. A una de las chicas del waterpolo le dije `has ganado el preolímpico, ahora disfruta de ello, pásatelo bien pero después concéntrate y en Londres da el 101% de todo lo que tienes dentro”. Sabio consejo.

Iván pasó por un periodo de falta de motivación hace un tiempo y pensó en dejar el waterpolo. Pero volvió. “Me fui porque estaba cansado, agotado, las lesiones¿ no me sentía con fuerza para seguir, no tenía motivación. Ir a un Europeo ya no me motivaba. Sólo me motivaban unos Juegos y quedaban muy lejos y no me veía con fuerzas para llegar. Ese año sabático me vino bastante bien y fue lo que me dio la fuerza para volver”, explica. Y pese a que desapareció un año, sigue siendo una referencia en el equipo. Es como si ayudara a encontrar el rumbo: “Más que encontrar el rumbo quizás sea el peso que tengo en el equipo. Ellos me ven como un referente. Cuando se ha de tomar una decisión todos me miran, incluso el capitán, y dices `pues vamos a orientar¿ y esto les da seguridad”, reconoce el boya que nos riñe porque considera que les exigimos mucho: “Os habéis acostumbrado mal. Una medalla no es tan fácil. Todo pasa por un partido de cuartos. España contra todo pronóstico ha dejado fuera a la campeona del mundo (Italia). Tuvo un partido malo y se quedó fuera de los Juegos”. Ante posibles dudas explica que “haber pasado dos torneos importantes (Mundial y Europeo) en los que hemos tenido un mal cruce no significa que seamos un mal equipo”. Pese a todo, Iván tiene claro el objetivo en Londres: “Meternos en semifinales y hacer la medalla. Lo único que me satisface es una medalla. No me conformo con un quinto lugar y un cuarto sería quedarse a un paso de la medalla”.