Érika Villaécija: "Si sé que lo he dado todo, me conformo"

Nos dicen que le están haciendo otra entrevista así que aprovechamos para ir a desayunar. Pero nos pilla con el croissant en la boca. Nos deja terminar y nos vamos para la piscina. Estamos ante Erika Villaécija, la primera nadadora española que nadará piscina y aguas abiertas en unos mismos Juegos así que la primera pregunta es clara: ¿Dispuesta a hacer historia en Londres? “De momento he conseguido lo que quería: hacer los 800 libres y aguas abiertas y estoy muy contenta. Ahora a entrenar para Londres y a ver qué pasa”.

Esta catalana de Horta está viviendo una segunda juventud después de pasar por un calvario tras los Juegos de Pekín, donde obtuvo malos resultados: “Aquello fue un golpe muy duro, incluso me planteé dejar de nadar porque no tenía ilusión¿ No acababa de recuperar aquella confianza. Poco a poco fui recuperándola y últimamente he tenido muy buenos resultados, casi los mejores de mi vida. Mis marcas han ido mejorando y yo creo que estoy en un buen momento”, nos explica cuando entra un grupo de nadadores jóvenes que se preparan en el CAR. La miran con ojos de admiración. Ella representa lo que ellos buscan.

Erika participará en sus terceros Juegos, por lo que los afrontará de manera muy distinta a los anteriores: “Después de los malos y los buenos hablando de resultados éstos son diferentes. Creo que ahora lo tengo todo: experiencia, entreno, tranquilidad, sé como funciona una villa olímpica, como funcionan unos Juegos... Tengo también la suerte de que todo el `boom¿ irá encarado hacia otra persona como es Mireia Belmonte, y así estaré tranquila y haciendo el trabajo poco a poco”, admite. Sin duda con la edad se pierde chispa pero se gana experiencia. Villaécija tiene claro que a unos Juegos hay que ir a por todas y asegura que “si entreno cada día es para ganar una medalla. Es mi sueño. Pero me conformo con que cuando se acabe la prueba me quede tranquila y saber que he hecho todo lo posible para ese resultado. No pensar que me pueda haber dejado algo en el camino y que podría haber hecho las cosas diferentes”.

Nos enseña su pizarra al lado de la piscina. Pone los días que le quedan para los Juegos Olímpicos. Su entrenador se lo actualiza cada día. Ella lo mira, respira hondo y se lanza a la piscina. Tiene unos cuantos largos de entreno por delante.