ESPAÑOLES EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE LONDRES 2012

Andrea Fuentes-Ona Carbonell: "Queda mucho camino para la perfección"

Se entrenan entre seis y diez horas al día y aún así son incapaces de perder esa sonrisa que encandila dentro y fuera del agua. Pero la imagen cándida de estas dos nadadoras que se pasan la vida sincronizando esconde a dos mujeres de carácter y con las ideas claras

Andrea Fuentes y Ona Carbonell son una baza segura

Andrea Fuentes y Ona Carbonell son una baza segura / Valentí Enrich

Àngels Fàbregues

Cuando nos ve, Anna Tarrés pega un grito: “¡Me he olvidado de avisarlas!”, nos advierte. Una llamada y en 15 minutos las tenemos a nuestro lado sonrientes pese a que les hemos interrumpido el descanso. Andrea Fuentes y Ona Carbonell, una baza segura en los Juegos Olímpicos, tienen claro que solo trabajando llega el éxito y lo llevan a la máxima expresión. Vistos los últimos resultados se diría que están en el momento óptimo. Para ellas, nada más lejos de la realidad: “Todavía queda mucho camino para la perfección. Tenemos el nivel de exigencia muy alto y no estamos satisfechas, así que queda mucho por hacer. Aunque, sinceramente, creo que vamos por el buen camino”, comenta Andrea.

Entrenan entre seis y diez horas el día en función de la época del año pero siempre con la vista puesta en la cita olímpica: “Es la primera vez que competimos en unos Juegos como dúo y la mayoría del equipo también debuta en una olimpiada. Un primer paso sería intentar llegar a la perfección. No debemos centrarnos ni en las medallas ni en las rivales porque es algo que no podemos controlar, así que el objetivo sería hacerlo bien nosotras e intentar disfrutar el camino que queda hasta los Juegos”.

Hablar de natación sincronizada es hablar del equipo ruso, el gran dominador de la especialidad. Han impedido una y otra vez que España logre la medalla de oro pero Andrea y Ona en ese tema son tajantes: “Las tenemos como referencia y siempre nos fijamos en ellas. En el Preolímpico nos acercamos más que nunca así que las vemos siempre como un objetivo. Cada vez aprendemos más de ellas y nos sirven para mejorar nosotras”, comentan ambas, convencidas de que solo mirando a Natalia Ischenko y compañía alcanzarán el nivel deseado.

De todos es sabido que Anna Tarrés, la seleccionadora, es muy exigente. Sin ir más lejos, las corregía una y otra vez para que saliera bien la foto inferior del detalle de las piernas. Ellas lo aceptan sin queja alguna pero reconocen que “nosotras somos tan autoexigentes que la presión no nos la ponen los demás sino nosotras mismas. Somos tan críticas que aunque ganásemos la plata, que para nosotros sería la hostia, si no lo hacemos bien no estaríamos satisfechas”, razona Ona mientas que Andrea va un poco más allá: “Lo que me da más miedo es decepcionarme a mí misma. Ni la entrenadora ni nadie”.

En Londres tendrán dos armas secretas: “Una piedra azul que nos ha regalado la madre de Ona que dice que da energía, y tal vez alguna sorpresa en la rutina libre”. Conociéndolas a ellas y a Tarrés, seguro.