Un candidato a gobernador de Tokio promete... ¡cancelar los Juegos!

Aunque las promesas electorales en buena parte de los casos terminan cayendo en saco roto como las famosas de los 800.000 puestos de trabajo de Felipe González o la de acabar con la corrupción de Mariano Rajoy, en Japón ha surgido un político que proclama su firme intención de acabar definitivamente con los Juegos de Tokio.

Aplazada un año hasta 2021 por la pandemia del coronavirus, la gran cita olímpica sigue haciendo aguas y a medida que pasan los días se multiplican quienes discuten la teórica máxima absoluta de que se organicen con normalidad.

De hecho, la semana pasada el propio presidente del Comité Organizador de la cita, Toshiro Muto, aseguró que se barajan<strong> "más de 200 ideas para simplificar" los Juegos</strong> y, de forma paralela, se afirmó que posiblemente un 20% de las instalaciones no estarán disponibles.

Sin embargo, el que ha ido más allá ha sido el exactor Taro Yamamoto, candidato a convertirse en Gobernador de Tokio en las inminentes elecciones que tendrán lugar el próximo 5 de julio.

El político no ha podido ser más claro: si gana, ha prometido que "cancelará los Juegos" a toda costa independientemente de la factura que ello pueda llevar consigo.

En este sentido, el gobierno japonés ha reconocido ya en varias ocasiones que aún nadie se ha hecho cargo de las pérdidas económicas que deberá soportar el país por el aplazamiento.

Además, cada vez se pone más en duda que la situación relativa a la pandemia del COVID-19 esté completamente solucionada en todo el planeta para la primavera de 2021, cuando deberían completarse los torneos preolímpicos.

Yamamoto también ha prometido "un pago único de 100 yenes (unos 828 euros) a todos los ciudadanos de Tokio" en concepto de apoyo y respaldo por el sufrimiento durante los meses de pandemia.

De todas formas, las previsiones apuntan a una posible reelección de Yoriko Koike, actual gobernadora, fundadora del Partido de la Esperanza y antigua miembro del Partido Liberal Democrático que desde 2017 integra el partido regional 'Tomin First no Kai' de Tokio.

La realidad es que <strong>estos Juegos Olímpicos han nacido torcidos por culpa del COVID-19</strong> y parece cada vez más evidente que los sueños de uno de los países más desarrollados del planeta de organizar un evento inolvidable podrían acabar dándose de bruces contra una realidad sanitaria que lo sigue condicionando todo.

Si a ello se unen los anuncios de diversos países en torno a sus serias dudas a la hora de enviar a sus equipos, todo apunta a que <strong>lo único que podría salvar a Tokio 2020 es una vacuna</strong>. Y cuanto antes, mejor.