Guerras, cancelaciones, atentados, boicots... la historia negra de los Juegos

¿Qué consecuencias tiene aplazar Tokio 2020?

¿Qué consecuencias tiene aplazar Tokio 2020?  / ZML.

David Rubio

David Rubio

Desde que Pierre de Coubertin pergeñó los Juegos Olímpicos y Atenas acogió la primera edición en 1896 solo se han cancelado tres ediciones y siempre por temas bélicos (los de 1916 por la Primera Guerra Mundial y los de 1940 y 1944 por la Segunda).

Pues bien, salvo 'milagro', todo apunta a que a lo largo del mes de abril <strong>el Comité Olímpico Internacional anunciará el aplazamiento de los Juegos de Tokio</strong>, algo que no ha sucedido nunca hasta la fecha.

A esa histórica primera cita disputada en el país que vio nacer también las Olimpiadas antiguas la siguieron París (1900), San Luis (1904), otra vez Atenas (1908) y Estocolmo (1912). 

Primera cancelación 

Previstos para 1916 en Berlín, los siguientes fueron cancelados por una Primera Guerra Mundial cuyo gran detonante fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria a manos de un joven nacionalista serbio el 28 de junio de 1914 en Sarajevo en un contexto de enfrentamientos entre las potencias.

El primer gran conflicto armado de la época moderna enfrentó a la ‘Triple Alianza’ (el Imperio Alemán y Austria-Hungría) y a la Triple Entente (Reino Unido, Francia y Rusia) sin olvidar el papel decisivo que jugaron países como Italia, Estados Unidos y el Imperio Otomano. 

Cuatro años, tres meses y 14 días después, la guerra acabó el 11 de noviembre de 1918 tras aceptar Alemania el armisticio. Y dos años después, la localidad belga de Amberes fue la sede de los sextos Juegos Olímpicos en 1920.

Hitler y la II Guerra Mundial 

En 1936, el canciller alemán Adolf Hitler se dio un baño de masas en el Olympiastadion en los Juegos de Berlín pese a que le corroyó ver al estadounidense negro Jesse Owens pisoteando sus ideas racistas. Por cierto, que la capital teutona se impuso a Barcelona, la otra candidata.

Autoerigido en ‘Führer’, Hitler inició la Segunda Guerra Mundial al invadir Polonia en su delirio de fundar el ‘Tercer Reich’ y hasta pactó con el presidente ruso Iosif Stalin el ‘reparto’ de Polonia, aunque al final acabó atacando Rusia y mordió el polvo ante el ‘General Invierno’ a las puertas de Leningrado, actual San Petersburgo.

La II Guerra Mundial (Gran Guerra Patria para los rusos) provocó la cancelación de los Juegos de Helsinki 1940 pese a que la sede inicial era Tokio, que renunció por el estallido de la Segunda Guerra Sirio-Japonesa en 1937... Mala suerte tiene la capital nipona con las citas olímpicas.

Del mismo modo, el CIO también tuvo que cancelar los Juegos de Londres’44. Por fin, la guerra concluyó el 2 de septiembre de 1945 con la rendición incondicional de Japón en el flanco asiático después de la capitulación alemana el 8 de mayo como consecuencia de la caída de Berlín.

Los dos ‘Bloques’ 

El final de la Guerra dio origen a la llamada Guerra Fría y el Telón de Acero, un término que inventó el primer ministro británico Winston Churchill para definir la separación entre los países que habían quedado bajo la influencia soviética el resto. Y la amenaza de la guerra siempre estuvo latente. 

Décadas después, la URSS invadió Afganistán el 27 de diciembre de 1979 y ello derivó en el boicot de Estados Unidos a los Juegos de Moscú’80. Curioso, ya que EE.UU. es el ‘Rey’ de las invasiones.

Les siguieron Alemania Occidental, Chile, Canadá, Argentina, Japón, Turquía y Noruega. Tras fracasar en su intento de cambiar la sede, el presidente Jimmy Carter amenazó con “retirar el pasaporte” a los estadounidensen que osasen participar a orillas del Río Moscova.

Como no podía ser de otra manera, el entonces presidente del extinto Soviet Supremo soviético Konstantin Chernenko lideró el boicot del ‘Bloque del Este’ a los Juegos de Los Ángeles’84 al que se unieron otros 14 países, casi todos ellos ‘a la fuerza’.

Polución, 'Zika'... 

Mucho más recientes son los problemas que afrontó Pekín para acoger los Juegos de 2008 por la gran polución de su territorio. Pese a ello, la capital china solventó este hándicap y organizó un evento sensacional al igual que en 2015 en el Mundial de Atletismo.

<strong>En 2016, un mosquito llamado ‘Zika’ había sembrado el pánico en Río</strong> de Janeiro, pero la llegada del verano permitió disputar los pasados Juegos sin ninguna dificultad. De hecho, no hubo ni rastro del insecto.

OTROS TRES ACONTECIMIENTOS RESEÑABLES 

Múnich 1972: Los Juegos más sangrientos 

En plenos Juegos de 1972, el 5 y 6 de septiembre tuvo lugar la ‘Masacre de Múnich’ con el secuestro y asesinato de 11 atletas israelís por el grupo terrorista ‘Septiembre Negro’, una facción de la Organización para la Liberaciñón de Palestina que por encintes dirigía Yasir Arafat.

También murieron cinco terroristas y un policía... y no fueron más gracias al 'heroe' Richard Jewell, que evitó un mayor desastre aunque en un principio fue acosado directamente de lo sucedido.

Atlanta’96: Una bomba en el ‘Parque Olímpico’

El terrorista fundamentalista estadounidense Eric Rober Rudolph provocó la desolación al poner una bomba en el Centennial Park de Atlanta durante los Juegos de 1996. El atentado se saldó con dos muertos (una espectadora y un cámara que sufrió un infarto) y un total de 111 heridos.

Atenas 2004: El ataque a Vanderlei de Lima

<strong>En la maratón de Atenas’04, un ‘tarado’ mental retuvo al brasileño Vanderlei de Lima</strong> cuando iba primero, aunque se rehízo para lograr el bronce. Ganó el italiano Stefano Baldini y el atacante resultó ser Cornelius Horan, un exsacerdote irlandés.