Los Juegos Olímpicos de Río, récord en condones repartidos

Siempre ha existido una leyenda urbana relacionada con las villas olímpicas donde se hospedan los atletas durante los Juegos Olímpicos. El rumor sobre la alta actividad sexual entre los propios competidores durante los días de concentración es algo conocido por aquellos que han podido tener algún confidente que contara sus experiencias.

Nada más lejos de la realidad, el Comité Olímpico Internacional ha previsto repartir hasta 450.000 condones entre todos los olímpicos en Río de Janeiro 2016. Casi medio millón de gomas para poco más de dos semanas de competición, a repartir entre 10.500 atletas; un total de 42 condones por cabeza. Si echamos cuentas, sale a algo más de dos condones por día para todo aquel que esté durante todo el período completo, algo difícil de imaginar en un deportista de elite ante una cita de tal magnitud.

La novedad de este año que engorda tanto la cifra final son los condones femeninos, repartidos por primera vez en unos Juegos. El Zika podría ser otro de los motivos para extremar la precaución, aunque la organización no ha apuntado al virus como el causante de semejante montón de preservativos. No obstante, la expedición australiana sí llegará más prevenida que el resto: darán preservativos con antivirus para una protección extra.

Según la periodista del The Guardian, Chitra Ramaswamy, los primeros registros oficiales de los condones repartidos datan de 1988, en Seoul. Entonces fueron 8.500, pasando por los 90.000 de Barcelona 1992 y los 130.000 de Atenas 2004. Como curiosidad y advertencia para los organizadores: en Sidney 2000 se estableció una previsión inicial de 70.000 condones, pero se quedaron cortos y tuvieron que pedir 20.000 más cuando se quedaron sin a la mitad de los Juegos.