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La renovación de Qatar dispara las alarmas

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josEP mª Casanovas

NEGOCIACIONES BLOQUEADAS. El brillante momento deportivo que atraviesa el equipo contrasta con las dificultades financieras que sufre la entidad. Los ingresos del club se sustenta sobre tres ejes de capital importancia: Derechos de televisión, patrocinador de la camiseta y marca de material deportivo. Si falla una de estas patas, la economía se resiente y es imposible cumplir el presupuesto. Las complicaciones surgidas con la renovación del contrato de patrocinio con Qatar, preocupan seriamente a la directiva y han disparado las alarmas. Hace dos meses que los contactos están bloqueados y los imputs que llegan de Doha son preocupantes.

El vicepresidente Faus, antes de las elecciones, había cerrado un acuerdo por cuatro temporadas a raíz de 60 millones anuales, 240 en total. Era un gran contrato ya que doblaba lo que ahora se ingresa por lucir Qatar Airways. En el mes de septiembre el presidente Bartomeu y el vicepresidente Arroyo viajaron a Qatar para cerrar la operación. Pero cual fue la sorpresa de los catarís cuando Bartomeu, bajo la euforia del triplete, aumentó la oferta a 100 millones por año. La contrapropuesta fue rechazada de inmediato con el agravante de que sentó muy mal a los negociadores árabes que daban por bueno el acuerdo alcanzado con Faus. Conclusión, la relación se ha enfriado, el Barça ha perdido el control de la negociación y la prometida asamblea no tiene fecha.

BUSCAR UNA ALTERNATIVA. Qatar puede acabar siendo un gran problema ya que el Barça no tiene a día de hoy un plan B que ofrezca garantías. Además, el acuerdo inicial con los árabes contemplaba una cantidad extra de 15 millones en concepto de prima de renovación que se hubiese destinado a los fichajes de invierno, entiéndase Nolito. Las alternativas que hay en el mercado para lucir una nueva marca en la camiseta blaugrana están muy lejos de los 60 millones que ofrecía Qatar.

Se habló de la empresa japonesa Rakuten, un centro comercial online tipo Amazon, pero su oferta no encaja ya que exigía la venta por icommerce de los productos del Barça, unos derechos que el club tiene adjudicados a Nike. Los japoneses querían financiar el patrocinio con los ingresos online. El Barça esperaba que el nuevo contrato con Qatar hubiese ayudado a rebajar la deuda que ha vuelto a subir a 320 millones, pero tensaron demasiado la cuerda y ahora corren el riesgo de quedarse sin patrocinador.