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Violencia política

Trump afirma que "odia" a sus oponentes ante decenas de miles de personas en el funeral del ultra Kirk

El multitudinario acto trascendió el mero duelo para convertirse en una proclamación política conservadora

El discurso de odio de Trump ante miles de personas durante el funeral de Charlie Kirk: "Odio a mi oponente y no quiero lo mejor para él"

Sara Fernández

EFE / MÓNICA RUBALCABA

Glendale

Discurso de odio explícito el de Donald Trump ante las decenas de miles de personas que asistieron al funeral del activista ultra asesinado Charlie Kirk. A pesar de que la viuda del difunto dijo haber perdonado al asesino -el estudiante de 22 años Tyler Robinson-, el presidente de EEUU aseguró que odia a sus oponentes. El multitudinario acto trascendió el mero duelo para convertirse en una proclamación política, con discursos del presidente Donald Trump y otros miembros de su Gobierno que lo presentaron como un mártir moderno de la causa conservadora.

«Él no odiaba a sus oponentes, quería lo mejor para ellos», dijo Trump, antes de apartarse de su discurso preparado para añadir: «Ahí es donde discrepaba con Charlie. Yo odio a mis oponentes y no quiero lo mejor para ellos, lo siento». "Fue un terrible atentado contra los Estados Unidos de América. Fue un atentado contra nuestras libertades más sagradas y nuestros derechos fundamentales, otorgados por Dios. El arma estaba apuntada contra él, pero la bala iba dirigida contra todos nosotros, contra cada uno de nosotros", abundó el mandatario en un evento que tuvo la escala de un gran funeral de Estado.

El presidente apareció en el escenario del Estadio State Farm una hora después de lo previsto y, frente a una multitud de 73.000 personas, llamó a Kirk "héroe nacional", uno de "los más grandes patriotas de la historia de EEUU" y una de las "figuras más influyentes" de las elecciones que lo colocaron en el poder en noviembre de 2024. Trump recordó, para algarabía de los presentes, que le otorgaría de manera póstuma la Medalla Presidencial de la Libertad, el mayor honor civil que se entrega en Estados Unidos, en una ceremonia en Washington.

El perdón de Erika

Antes del presidente, Erika Kirk, la viuda del activista ultraconservador asesinado el 10 de septiembre por el impacto de una bala mientras ofrecía una charla en la Universidad Utah Valley, subió al escenario vestida de blanco para dedicar unas palabras a su esposo. Entre lágrimas, la ahora directora ejecutiva de Turning Point, la organización sin fines de lucro dedicada a promover valores conservadores entre los jóvenes en EEUU fundada por su marido, aseguró que perdonaba al joven de 22 años sospechoso de haberle quitado la vida.

"Mi esposo quería salvar a jóvenes, como el que le quitó la vida (...) A ese hombre, a ese joven, lo perdono. Lo perdono porque fue lo que hizo Cristo y es lo que Charlie haría", dijo Kirk.

El evento, que se extendió durante casi cinco horas, también contó con la intervención del vicepresidente, JD Vance, quizás el más cercano al activista y uno de los más ovacionados de la jornada. Vance también atribuyó parte de su triunfo electoral, y el del presidente, al legado de Kirk. "Toda la Administración está aquí y no solamente porque era nuestro amigo, sino porque gracias a él estamos aquí", mencionó.

"Traer de vuelta a Dios a EEUU"

Por su parte, Stephen Miller, subjefe de Gabinete de la Casa Blanca, ofreció probablemente el discurso más enfervorecido de la jornada al señalar el asesinato como parte de una ofensiva contra el movimiento conservador. "Creíste que podías matar a Charlie Kirk. Lo hiciste inmortal. Inmortalizaste a Charlie Kirk, y ahora millones continuarán su legado", mencionó.

Los discursos de todos los líderes evidenciaron la consolidación definitiva del vínculo entre el conservadurismo cristiano y el trumpismo.

El presidente aseguró que, además de su compromiso de "devolver la grandeza a Estados Unidos", también buscaba "traer de vuelta a Dios al país". Por su parte, el secretario de Estado, Marco Rubio, comparó la labor del activista con la de Jesucristo, destacando que Kirk era conocido por acercarse a los jóvenes en las escuelas para promover los valores del Partido Republicano.

Larga espera

Desde la madrugada, decenas de miles de personas esperaron a las afueras del Estadio State Farm, en Arizona, decididas a rendir homenaje a Kirk. Ataviados con los colores patrios y camisetas con lemas como 'Libertad' o 'Yo soy Charlie Kirk', los asistentes buscaban honrar el legado del activista.

Sydney, una mujer de 56 años que viajó desde Tucson, explicó que su presencia buscaba celebrar la apertura al debate que siempre mostró Kirk. "A veces siento que me tengo que callar lo que pienso. Yo entiendo la diferencia de opiniones, pero estamos en puntos tan diferentes que parece que ya no hay sentido común y ni siquiera sé cómo superarlo, y parece que Kirk lo estaba intentando", dijo a EFE.

El homenaje fue designado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) con la calificación de seguridad más alta de la agencia, y también contó con discursos del secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., o la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard.

Vía: El Periódico

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