Derechos humanos

Los talibanes ejecutan públicamente al primer preso desde su victoria

El líder supremo de los taliban dio personalmente la orden para ejecutar a un reo acusado de asesinato

Agentes de la seguridad del Gobierno talibán hacen guardia frente a un puesto de control en una calle de Jalalabad.

Agentes de la seguridad del Gobierno talibán hacen guardia frente a un puesto de control en una calle de Jalalabad.

Adrià Rocha Cutiller

Por primera vez desde que tomó el poder en agosto del año pasado, el Gobierno talibán de 

Afganistán

 ha llevado a cabo una ejecución pública de un hombre que había sido previamente condenado a muerte. Este tipo de condenas eran comunes en las zonas controladas por el otrora grupo insurgente durante los últimos 20 años de guerra. Sin embargo, la de este miércoles es la primera ejecución desde que los talibanes retomaran el poder en el país centroasiático. 

“Hoy, en la provincia de Farah, se ha implementado la sentencia de Dios Todopoderoso sobre un asesino. Tajmir, hijo de Ghulam Sarwar, mató a un hombre llamado Mustafá, hijo de Abdul Rahman”, ha anunciado el portavoz del gubernamental Zabihullah Mujahid. Supuestamente, según la versión de las autoridades, Tajmir mató a Mustafá a cuchillazos hace cinco años, cuando el primero intentó robarle la moto y el teléfono. Hace unos meses, la familia de la víctima denunció al hombre ante las autoridades talibanas, cuyos tribunales —que actúan según la ‘sharía’ o ley islámica— examinaron el caso. 

“Posteriormente, su fallo fue presentado al líder del Emirato Islámico [el nombre oficial del Afganistán de los

talibanes

], su Alteza Amir al-Mu'minin Sheij al Hadith Maulvi Hibatullá Ajundzada, para su confirmación. Este tema fue investigado por Su Alteza para observar la máxima cautela, y se llevó a cabo una discusión exhaustiva por parte de un gran grupo de eruditos, quienes finalmente ordenaron la implementación de la ley de retribución de la ‘sharía’ sobre el asesino”, continúa el comunicado rimbombante talibán.

Asunto de Estado

Cuando accedieron al poder en agosto de 2021, los talibanes se hartaron a promesas: habían cambiado, decían, y las leyes represivas que ellos mismos implementaron durante su gobierno anterior (1995-2001) serían ahora reemplazadas por otras más modernas. Las chicas podrían ir a la escuela, por ejemplo, y los 

derechos humanos

 de los afganos serían respetados. 

No ha sido así. Las jóvenes mayores de 12 años tienen prohibida la educación secundaria, este miércoles se ha escenificado la primera ejecución pública —el padre de la víctima ha matado con un kalashnikov al supuesto verdugo de su hijo— y desde hace varias semanas se aplican los latigazos públicos como castigo por crímenes como el robo y el adulterio, que según la ley islámica incluye, también, el 

sexo antes del matrimonio. En el Afganistán actual, cualquier tipo de interacción entre un hombre y una mujer que no sean de la misma familia está prohibida. 

En el lugar de la ejecución de este miércoles, además, los talibanes celebraron una reunión con varios de los ministros de más perfil del Gobierno afgano, entre los que se encontraba el ministro del Interior, Sirajuddin Haqqani, y el viceprimer ministro, Abdul Ghani Baradar. Baradar fue quien lideró, por la parte talibán, las conversaciones de paz con

EEUU

. La reunión terminó con la ejecución del presunto asesino.