Crisis en el país sudamericano

Las protestas en Perú se intensifican y erosionan el poder de la presidenta Boluarte

Las movilizaciones reclamando elecciones anticipadas ya alcanzan a 10 regiones, especialmente del sur | La mandataria provisional carece de aliados y tiene poco margen de acción para encarrilar la situación

Vigilia en recuerdo de los fallecidos en las protestas en Perú, el miércoles en la ciudad de Ayacucho, en los Andes.

Vigilia en recuerdo de los fallecidos en las protestas en Perú, el miércoles en la ciudad de Ayacucho, en los Andes. / AFP

Abel Gilbert

Las protestas no ceden en 

Perú 

y alcanzan ya a 10 regiones, en especial del sur del país. Después de Puno, epicentro del reciente malestar, Cusco, la llamada "ciudad imperial" de los incas, se ha sumado a las reclamaciones de elecciones anticipadas. Hubo una tentativa fallida de tomar el aeropuerto. En las

protestas

falleció una persona. Desde comienzos de diciembre, cuando el Congreso destituyó al presidente Pedro Castillo, se han contabilizado 47 muertos en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. La fiscalía ha determinado que buena parte de los decesos han sido por heridas de balas policiales. Los manifestantes también reclaman la dimisión de Dina Boluarte, y la disolución de un Congreso que ya ha apuntado sus cañones contra la débil autoridad ejecutiva al aprobar que una comisión investigue los hechos de violencia.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos en Perú (CNDHH) ha pedido también en Lima que la mandataria dé un paso al lado. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se reunió con ella a comienzos de semana y se apresta a divulgar un informe sobre la situación en el país que, se asegura, será muy crítico.

El primer ministro, Luis Alberto Otárola Peñaranda, quien recibió días atrás el voto de confianza del Congreso, expresó su decisión de "defender la democracia a cualquier precio" para "salvaguardar la seguridad de la mayoría de los peruanos". Sin embargo, el precio que pueden llegar a pagar las autoridades interinas es alto si se agudiza la tensión política. Boluarte carece de bancada parlamentaria y partido propio. Su situación es de tal fragilidad que el analista César Hildebrandt advirtió sobre el riesgo de que Perú se deslice hacia un Gobierno cívico-miliar. "Si el radicalismo llameante aspira a un jaque mate, lo que podría lograr es que Boluarte confirme y ahonde su compromiso con las Fuerzas Armadas. Eso fue lo que pasó, salvando obvias diferencias, en los años 90", sostuvo en su portal Hildebrandt en sus trece.

La cuestión regional

Perú es un país profundamente centralista. La asimetría entre Lima, la capital, y el interior, es una de las grandes asignaturas pendientes que ningún presidente ha logrado comenzar a resolver y es otra de las razones del presente conflicto. "No es difícil, en efecto, detectar en las protestas que se extienden por buena parte del territorio nacional un clamor asociado a la secular desatención que tales problemas han merecido de parte de quienes se han sucedido en el Gobierno, antes que con la descabellada e ilegal agenda de los sectores más radicalizados de la agitación social de estos días", sostuvo el diario El Comercio.

En este contexto, la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales solicitó a Boluarte un mayor esfuerzo para garantizar la realización de los comicios este año y no en el lejano abril de 2024, como ha acordado en principio el Congreso. Las autoridades regionales consideran que las elecciones deben llevarse a cabo "de inmediato" como "una solución efectiva a la crisis política". Si los hechos letales continúan, dijo el gobernador de La Libertad, César Acuña, "los responsables serían los 130 congresistas" que se niegan a modificar la agenda electoral.