Guerra nuclear

El acuerdo, la ruptura y la posible recomposición del pacto nuclear con Irán, en cinco claves

El objetivo siempre ha sido que la República Islámica no consiguiese desarrollar su programa de armamento nuclear

Ilustración que muestra el símbolo del átomo y la bandera de Irán.

Ilustración que muestra el símbolo del átomo y la bandera de Irán. / Reuters

Adrià Rocha Cutiller

El pacto nuclear con Irán puso fin a 12 años de crisis entre Teherán y Occidente y se fraguó tras 21 meses de duras negociaciones entre el país de los ayatolás y los cinco miembros permanentes del

Consejo de Seguridad de la ONU

(China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia ) más Alemania. El objetivo, que Irán no consiguiese desarrollar su programa de armamento nuclear. Estas son las claves de un acuerdo, su ruptura y su posible recomposición:

Último legado de Obama

EEUU

Barack Obama

 firmó, el 14 de julio de 2015, el acuerdo nuclear con Irán —en este pacto también firmaron China, Francia, Alemania, Rusia, el Reino Unido y la Unión Europea—, que resultó histórico: Estados Unidos retiraba sus sanciones contra Teherán y, a cambio, el Gobierno de la República Islámica se comprometía a no enriquecer uranio por encima del 3%. Con este enriquecimiento se produce energía únicamente útil para fines civiles, y queda muy lejos del 80%-90% necesario para crear una bomba atómica.

Trump lo rompe e impone sanciones

funcionó hasta mayo de 2018 

, el entonces presidente de Estados Unidos, anunció su salida de un acuerdo que, a partir de ese momento, pasó a ser papel mojado, pese a los tímidos intentos de Bruselas de hacerlo sobrevivir. El motivo del fracaso fue simple: Trump impuso unas sanciones brutales contra Irán, cuya economía se derrumbó.

Irán enriquece uranio hacia la bomba nuclear

acelerar su enriquecimiento de uranio

Naciones Unidas

aseguró que Irán ya poseía suficiente uranio como para crear una bomba atómica. 

Biden en la Casa Blanca y un nuevo comienzo

 

 llegó a la presidencia de Estados Unidos, en enero de 2021, la esperanza creció: mientras fue secretario de Estado de Obama, Biden fue uno de los instigadores del acuerdo. Sin embargo, ya en campaña —y después, en el cargo— Biden avisó de que las negociaciones no empezarían si Irán no dejaba primero de enriquecer uranio. Desde Teherán, el mensaje era el mismo pero al revés, nadie se sentaría a la mesa si EEUU no retiraba antes sus sanciones contra la República Islámica. Las charlas en Viena con la UE de intermediaria seguían, pero había avances.

La guerra en Ucrania y la falta de crudo

Europa, tras la , paró la importación de crudo ruso

crisis energética

prevista para este invierno, Bruselas, con 

Josep Borrell

 al mando de las negociaciones, empezó a apretar para revivir el acuerdo, y poder importar petróleo iraní. Pese a los obstáculos que pone Rusia para que el acuerdo reviva, quedan, según Irán, unos pocos flecos por resolver. En pocos días o semanas podría terminar el culebrón atómico que empezó Trump hace cuatro años.