Israel mata a cinco miembros de Hamás en un ataque en Qatar

No hay límites para Israel y la humareda que sobrevuela una angustiada Doha así lo atestigua. Este martes, después de exigir la evacuación total de Ciudad de Gaza y lanzar miles de panfletos sobre la urbe palestina, los aviones israelíes se han desplazado hasta los cielos de la capital qatarí. Desde allí, han lanzado un ataque contra el liderazgo político de Hamás, y específicamente, contra la delegación negociadora en las conversaciones por el alto fuego. Hamás ha confirmado que cinco de sus miembros han muerto en la agresión, la primera israelí en suelo qatarí, incluidos el hijo del líder de las negociaciones, Jalil al Hayya, y su asesor, aunque aseguran que al Hayya habría sobrevivido. Junto a ellos, también ha sido asesinado un oficial qatarí. Algunos informes sugieren que Qatar habría decidido suspender las negociaciones para un acuerdo de tregua en Doha tras el ataque.

“Ataque a la delegación negociadora de Hamás durante su reunión en Doha. La reunión fue atacada mientras se discutía la propuesta del presidente [estadounidense, Donald] Trump de un alto el fuego”, ha asegurado una fuente de alto rango de Hamás al medio qatarí Al Jazeera. Fuentes cercanas al grupo palestino afirman que la última propuesta de Washington fue un “engaño destinado a llevar a los miembros de Hamás a una discusión para atacarlos”. En su primera declaración oficial tras los ataques en Doha, Hamás ha afirmado que el ataque israelí pretendía frustrar las negociaciones del alto el fuego y el intercambio de prisioneros. “Esto revela una vez más la naturaleza criminal de la ocupación y su deseo de socavar cualquier posibilidad de alcanzar un acuerdo”, ha declarado Hamás.

El grupo también ha confirmado que sus principales líderes han sobrevivido al intento de asesinato, mientras que otras seis personas, entre ellas el hijo de Jalil al Hayya, y uno de sus asesores, así como un oficial catarí, habían muerto. "Confirmamos el fracaso del enemigo en asesinar a nuestros hermanos de la delegación negociadora", han asegurado en un comunicado. Al poco de tener lugar el ataque, que ha ocurrido en una zona con múltiples embajadas y residencias para la población expatriada, tanto el Ejército israelí como la agencia de seguridad interna Shin Bet han reconocido que su fuerza aérea habían realizado varios bombardeos contra los líderes de Hamás. “Los miembros de la cúpula atacada lideraron las actividades de la organización terrorista durante años y son directamente responsables de la masacre del 7 de octubre y de la guerra contra el Estado de Israel”, han afirmado en un comunicado inicial, en el que no se mencionaba explícitamente a Qatar.

Liderazgo en Gaza asesinado

La mayoría del liderazgo de Hamás en Gaza ha sido asesinado durante estos 23 meses de guerra, en los que el Ejército israelí ha matado a más de 64.000 palestinos. Sin embargo, la cúpula política del grupo, repartida entre Turquía y Qatar, prácticamente no ha sido afectada. En julio del año pasado, el jefe del politburó político, Ismail Haniyeh, fue asesinado mientras se encontraba en Irán, y unos meses antes, en enero, un dron mató al número dos, Saleh al Arouri, en los suburbios sureños de Beirut. Qatar ha “condenado enérgicamente” el ataque en Doha. Según el ministerio de Exteriores qatarí, Majed al Ansari, tuvo “como objetivo edificios residenciales donde se encontraban varios miembros del buró político de Hamás”. 

“Este ataque criminal constituye una flagrante violación de todas las leyes y normas internacionales y representa una grave amenaza para la seguridad de los qataríes y los residentes en Qatar”, ha añadido al Ansari. Doha “no tolerará este comportamiento imprudente de Israel ni la continua perturbación de la seguridad regional, ni ningún acto que atente contra su seguridad y soberanía”, ha subrayado, anunciado que lo “investigarán al más alto nivel”. La Casa Blanca ha confirmado que la administración Trump sabía que iba a haber un ataque israelí en Doha, un territorio aliado de Estados Unidos. "Qatar [es] una nación soberana y aliada cercana a Estados Unidos que trabaja arduamente y se arriesga valientemente con nosotros para negociar la paz", ha dicho la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, que ha confirmado que la administración de Trump fue "avisada por la mañana" por el ejército estadounidense, aunque no ha aclarado quién ni cuando informó al Ejército de EEUU.

No obstante, ha reconocido que “eliminar a Hamás” es un “objetivo loable” y también ha señalado que Trump ordenó al enviado especial a la región, Steve Witkoff, que “informara a los qataríes del inminente ataque, lo cual hizo”. El ministerio de Exteriores qatarí ha reconocido que "la llamada del funcionario estadounidense se recibió cuando se escucharon explosiones en Doha en medio de ataques israelíes". El presidente israelí, Isaac Herzog, ha confirmado poco después que el objetivo del ataque era al Hayya. "No olvidemos que Jalil al Hayya es un terrorista asesino con la sangre de miles de personas en sus manos, uno de los artífices de la masacre del 7 de octubre, al igual que muchos de sus colegas", ha escrito en 'X'. Más allá de estas acusaciones, al Hayya también es la cara visible de Hamás en las negociaciones por un supuesto alto el fuego. Su intento de asesinato en medio del supuesto diálogo manda un claro mensaje por parte de Israel.

"Israel asume plena responsabilidad"

Media hora después del ataque, el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, ha descrito la operación. “La acción de hoy contra los principales jefes terroristas de Hamás fue una operación israelí totalmente independiente”, ha escrito su oficina en un comunicado en inglés. “Israel lo inició, Israel lo dirigió e Israel asume plena responsabilidad”, ha subrayado, aunque medios israelíes afirman que Trump estaba al tanto del ataque y dio su aprobación. Hace dos días, el presidente estadounidense lanzó una “última advertencia” a Hamás: les “he advertido sobre las consecuencias de no aceptar”, escribió en su plataforma Truth Social. Sin embargo, el grupo palestino hace semanas que aceptó una tregua. Desde entonces, los mediadores estaban a la espera de que respondiera Israel.

“El primer ministro y el ministro de Defensa [Israel Katz] consideran que la operación estaba completamente justificada a la luz del hecho de que este liderazgo de Hamás inició y organizó la masacre del 7 de octubre, y no ha cesado de lanzar acciones asesinas contra el Estado de Israel y sus ciudadanos desde entonces”, ha señalado un comunicado conjunto, en el que vinculaban el ataque en Doha con el tiroteo en Jerusalén Este que mató a seis israelíes el lunes, incluido uno de origen español. El bombardeo sobre Doha tuvo como objetivo un barrio residencial, por lo que violaría varias disposiciones del derecho internacional, incluida la prohibición de la Carta de las Naciones Unidas sobre la agresión contra Estados independientes. Su secretario general, António Guterres, ha calificado los ataques aéreos como una "flagrante violación" de la soberanía e integridad territorial de Qatar.

Aliado de EE.UU.

También Jordania, gran aliado de EE.UU en la región, ha tachado la agresión de Israel de una "grave amenaza para la seguridad del pueblo qatarí". "Apoyamos a nuestros hermanos en Qatar y los apoyamos plenamente en cualquier medida que tomen contra la agresión", ha añadido. Arabia Saudí ha condenado el ataque, advirtiendo de "las graves consecuencias resultantes de la persistencia de la ocupación israelí en sus transgresiones criminales y su flagrante violación de los principios del derecho internacional y de todas las normas internacionales". El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, ha dicho en un comunicado de su oficina que la "flagrante agresión israelí contra Qatar constituye una grave violación del derecho internacional y una escalada que amenaza la seguridad y la estabilidad en la región". Francia, España y Reino Unido se han unido a las condenas al ataque.

Pese a acoger a parte de los altos cargos de Hamás, Qatar, uno de los mediadores en las negociaciones, se ha librado de la violencia durante los últimos 23 meses. Doha es clave para EE.UU. en la región especialmente en los últimos años tanto con la administración demócrata de Joe Biden como con la republicana de Trump. La mayor base estadounidense fuera del país se encuentra en Qatar. Aparte, su condición de importante aliado no perteneciente a la OTAN aparentemente le habría otorgado inmunidad ante tales operaciones. Durante su primer viaje a Oriente Medio desde su reelección, Trump pasó por Qatar, donde anunció 1,2 billones de dólares en inversiones qataríes y el gobierno qatarí le regaló un avión de lujo de 400 millones de dólares.

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