Investigación

El episodio en la vida de Giorgia Meloni que prefirió no contar

En más de 30 años de residencia en España, el padre de la próxima primera ministra italiana fue restaurador, empresario oportunista, traficante y candidato electoral en Baleares entre 2007 y 2011

Francesco Meloni.

Francesco Meloni.

M. Elena Vallés / M. Vicens

Francesco Meloni. Es el padre que

Giorgia Meloni

, ha querido olvidar: la abandonó dos veces, regentó un restaurante en Canarias, fue capturado en Menorca cuando transportaba en un velero 1.500 kilos de hachís procedente de

Marruecos

para las mafias de italianas y fue condenado a nueve años de cárcel en

Mallorca

, según ha informado esta semana Diario de Mallorca, del grupo Prensa Ibérica.

Los más de treinta años de vida en España de Francesco Meloni, como restaurador en La Gomera, empresario oportunista en Madrid, traficante de hachís condenado a nueve años de cárcel en Mallorca y candidato de un partido antisistema en dos elecciones autonómicas en Baleares y en dos generales, son el capítulo que la próxima primera ministra de Italia prefirió no escribir en su biografía, 'Io sono Giorgia', publicado en mayo de 2021 por la editorial Rizzoli. 

En esas páginas aparece reflejado tan solo el dolor por la ausencia padre, que abandonó a la familia -la madre Anna y la hermana Arianna-, en Roma en 1980, cuando ella solo tenía tres años, las visitas anuales a La Gomera de dos semanas de duración hasta los 11 y, después, la indiferencia mas absoluta por quien, según Giorgia Meloni, se había convertido en un desconocido. O eso es, al menos, lo que quiso reflejar en su biografía. 

Francesco se convierte en España en Franco, como le empiezan a llamar sus allegados. Llega a La Gomera en un velero llamado Caballo Loco, en la primera de las grandes travesías a través del Estrecho que protagonizará. Regenta el restaurante Marqués de Oristano, donde se reunían muchos contratistas y clientes de alto poder adquisitivo de la zona, y conoce a otra mujer, con la que tiene cuatro hijos más. 

Muchos vecinos lo recuerdan todavía, como recuerdan también una última etapa en la isla más convulsa, en la que el restaurante y otros negocios turísticos que regentó le empiezan a ir mal. Giorgia Meloni rememora de esos años otra huida de su padre en barco. Ella tenía 11 años y él la abandonó por segunda vez en ocho años dejándola sola con su nueva familia. Prometió no volver a verle

Francesco Meloni desaparece de Canarias a principios de 1990. Y su rastro vuelve a aparecer la noche del 24 de septiembre en

Menorca

, cuando el velero que patronea, llamado Cool Star, un Gib Sea 522 de 16 metros de eslora y bandera y fabricación francesa entra a las 21.30 horas en la ensenada natural del puerto de Mahón, con la línea de flotación más baja de lo normal y otros tres tripulantes a bordo, dos hijos de su esposa y su yerno. Los cuatro navegantes tiene ganas de tocar tierra. Atracan, salen a cenar y se toman unas copas despreocupados. Pero desconocen que la policía les viene siguiendo y que el velero lleva una radiobaliza oculta. 

Los cuatro son detenidos. El juez instructor Bartomeu Mesquida, hermano del que fuera director general de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida, se traslada desde Palma a Mahón y en el buque son decomisadas 1.500 kilos de hachís distribuidos en sacos y ocultos en la cabina. El instructor decreta prisión preventiva y la fiscalía solicita una pena conjunta de 40 años prisión por delitos contra la salud pública y contrabando. El año siguiente, 1996, la Audiencia de Palma sentencia al padre de Giorgia Meloni a una pena de 9 años de cárcel y a los hijos de su segunda mujer y a su yerno, a quienes Francisco Meloni exculpa durante el juicio, a cuatro. 

Los jueces Eduardo Calderón y Juan Catany recuerdan que ofrecieron a Meloni un acuerdo con reducción de pena si desvelaba el nombre de los autores del encargo, frustrado tras una operación policial internacional, pero Meloni se negó. "La prigione non è la vita", respondió (La cárcel no es la vida), mientras deslizaba su mano por el cuello con la palma de la mano boca abajo, un gesto muy gráfico de lo que supone la omertá. El tribunal consideró que el padre de Giorgia Meloni era un transportista, "que hizo ese trabajo para alguien importante y sospechábamos que era para algún grupo mafioso".

Ese mismo año un grupo de fiscales italianos se desplazó hasta Palma para tomar declaración a dos marineros de la misma nacionalidad encarcelados por su presunta implicación en el desembarco en Sant Elm de un alijo de hachís que procedía de Marruecos y con destino final a Italia de una cantidad similar a la que transportaba Meloni. Además había otros casos que confirmaban a los investigadores que Baleares se había convertido en una escala habitual de grandes cantidades de droga de Marruecos con destino a Italia

Meloni preparó el viaje con minuciosidad. Alquiló el velero en julio de 1995 en una agencia de Génova. El 5 de septiembre zarpó del puerto deportivo de Bandol, situado entre Marsella y Toulon. Su primera escala es Almería, donde desembarca a su mujer y a una de sus hijas. El día 19 llega a Gibraltar y el 21 llega a Marruecos, donde carga el hachís en aguas jurisdiccionales desde otra embarcación. El regreso es mucho más rápido. En sólo tres días llega a Mahón, donde el viaje termina antes de llegar a Francia.

Meloni empieza a cumplir condena cuando su hija Giorgia lleva ya tres años militando en el Frente de Juventud del Movimiento Social Italiano (MSI), el partido de ideología neofascista de pasado tan violento. El rastro de su padree vuelve a aparece en 2001 en Madrid, cuando registra una sociedad denominada No fumo más S.L.

Y reaparece de nuevo en Mallorca cuando en 2007 concurre a las elecciones autonómicas de Baleares en las listas al Parlament y al Consell de Mallorca por la formación Ciudadanos en Blanco, que logra 1.216 votos en la cámara legislativa y 937 en la insular. Al año siguiente, se presenta al Congreso. Sigue residiendo en Palma y en 2011 vuelve a concurrir en las mismas listas al Parlament, logrando 3.163 votos y presentándose también a las elecciones municipales al Ayuntamiento de Palma y a las Generales del mismo año en las listas al Senado. Tres años antes su hija Gorgia se había convertido en Ministra de Política Juvenil del IV Gabinete Berlusconi y el año siguiente iba a fundar la coalición Fratelli d’Italia, la coalición que le ha dado el poder.