El Barça solo consigue empatar tras un tenso clásico

Barça y Reus hicieron honor al clásico con un partido duro, con mucha tensión, que se calentó por momentos tanto en la pista como en los banquillos y sobre todo en la grada que, un año después, volvió a contar con público. El aforo era reducido al 30% lo que se tradujo en 425 espectadores ocupando los asientos del Palau d'Esports pero su aportación fue esencial durante todo el partido. Al final justo reparto de puntos (1-1) gracias a las grandes intervenciones de Càndid Ballart y Sergio Fernández.

La primera parte fue de mucho desgaste, pocas ocasiones claras pero mucha dureza, un auténtico intercambio de golpes pero que no llegaban a la portería. Las ausencias de Raúl Marín en el Reus por una lesión en el hombro que le obligará a pasar por el quirófano, y de Pau Bargalló en el Barça por sanción, seguro que tuvieron mucho que ver en la ausencia de goles en la primera mitad.

Las mejores ocasiones llegaron a cuatro minutos del descanso. Una de Joan Salvat que paró Sergi Fernández con una intervención espectacular y dos faltas directas. La del Barça la tiró Joao Rodrigues y la bola impactó en el palo, y la otra la chutó Marc Julià que se encontró de nuevo con un espléndido 'Chencho' Fernández.

Mejor hockey en la segunda mitad

En la segunda mitad, el Barça salió algo precipitado, presionando muy arriba, con prisas para marcar el primer gol, pero quien abrió el marcador fue el Reus gracias a un gol de Marc Julià tras recoger un rebote en el 29'.

El Reus pudo ampliar la ventaja con la 10ª falta azulgrana, pero Sergi Fernández paró el disparo de su rival. Los nervios seguían a flor de piel y un penalty sobre Pablo Álvarez lo anotó Hélder Nunes con disparo magistral.

Los minutos se consumían y la balanza no se decantaba hacia ninguno de los dos equipos. La tensión seguía en la pista y una rigurosa tarjeta azul a Alabart caldeó un poco más el ambiente. Pero ahí estaba el 'Chencho' para evitar el gol.

Al final un empate justo tras un auténtico partidazo a nivel emocional que obliga al Barça a seguir sumando para asegurarse el campeonato.