Llega la Ryder Cup, el macro espectáculo golfístico en París

La Ryder Cup ya se ha convertido, desde hace bastante tiempo, en uno de los grandes acontecimientos deportivos mundiales. Cada dos años, los mejores profesionales estadounidenses se miden a los mejores europeos, y este año la cita es en las afueras de París, concretamente en Le Golf National, que decidirá al nuevo campeón.

El torneo requiere una infraestructura gigantesca, y los números que se mueven son de autentico órdago. Para que todo funcione correcamente, se han reclutado nada menos que 1.350 voluntarios, procedentes de 50 países, y con tareas dentro y fuera del campo.

Se han contratado un total de 7.000 personas, entre ellas, 2.700 encargadas del cátering, además de 1.050 marshalls y seguridad, con 650 policias presentes en el recorrido francés, cuidando de la seguridad de todos los jugadores y espectadores.

Y es que la infraestructura se viene preparando desde hace meses, sin contar con los responsables del campo, que lo han estado cuidando a la perfección para que se convierta en el mejor escenario para un torneo tan especial.

Números estratosféricos

A lo largo del campo se han habilitado 10 tribunas, con 11.063 asientos, y megapantallas de plasma para seguir a distancia todo lo que está sucediendo en el campo. La organización tiene contratados 100 coches para mover a jugadores y staff de los dos equipos.

Respecto a los medios de comunicación que siguen el torneo, se han acreditado un total de 920 periodistas, de 295 medios de 27 países. En total la cobertura televisiva será de lujo, con 140 cámaras distribuidas a lo largo del recorrido, para que los espectadores, 620 millones de audiencia potencial, no se pierdan un detalle.

A lo largo de los tres días de competición –el torneo arranca el viernes, aunque ya pueden acceder a los entrenamientos-, acudirán unos 270.000 espectadores toda la semana, y llegan de 90 países del mundo.  Aproximadamente, un 47% serán franceses, y un 7% estadounidenses

Unas pocas cifras de ejemplo reseñadas para hacerse una idea de la magnitud de este espectáculo deportivo, que va más allá del golf. La Ryder ya hay que considerarla como una de las grandes competiciones que más gente y pasión mueven. La gran fiesta del golf llega a París, y nadie quiere perdérsela, ni tan siquiera los famosos de otros deportes, que también tuvieron sus horas de gloria en un torneo previo, disputado este martes.