Jon Rahm se posiciona en el Open que pierde a Woods y McIlroy

No ha sido el torneo de Woods

No ha sido el torneo de Woods / AFP

Ramon Palomar

Ramon Palomar

La segunda jornada del Open Championship, que se disputa en el recorrido de Portrush (Irlanda del Norte) no vio brillar en exceso a los dos españoles con más opciones, Jon Rahm y Sergio García, aunque lo más importante es que mantienen sus opciones de cara al fin de semana, y dependiendo de lo que ocurra el sábado.

Jon Rahm jugó esta vez en el turno de mañana, y con una climatología más que bondadosa, no pudo sacar partido del campo, con una vuelta correcta (-1), pero sin sacar el juego que desplegó el primer día.

A pesar de ello, un total de 138 golpes (-4), le mantienen en la parte alta de la clasificación, a solo cuatro impactos de los primeros clasificados, el estadounidense JB Holmes y el jugador local, Shane Lowry, ambos con 134 golpes (-8).

Una distancia más que salvable para el de Barrika, aunque tendrá que apretar este sábado para meterse completamente en la pomada del torneo.

Sergio se descuelga

Para el castellonense Sergio García, no fue la vuelta soñada. Sergio se fue a los 73 golpes el viernes (+2), que le alejaron de la cabeza, para perder algunos puestos, y situarse con -1 al total. Siete golpes con la cabeza que ya empiezan a ser una distancia más que importante y que este sábado debe recortar con una gran vuelta.

Jon y Sergio fueron al final los únicos jugadores españoles que lograron meterse en el corte del cuarto y último Grande de la temporada 2019. De los cinco jugadores restantes, Adrián Otaegui acabó el torneo con +3, Rafa Cabrera-Bello, con +6, y pendiente del nacimiento de su hija en Suecia, mientras Jorge Campillo se fue al +7 total.

Adri Arnaus, en su primer Open Championship, volvió a entregar una vuelta de 75 golpes (+4), por un total de 150 (+8), que ponen fin a su primera aventura en los links de un Open. Buen aprendizaje de cara al futuro donde seguro le veremos más veces.

Finalmente, Miguel Ángel Jiménez se despidió en la cola de la clasificación (+13) aunque se fue, como siempre, con una sonrisa en la boca, y afortunado de poder disputar otro Grande, aunque este, evidentemente, no haya sido el suyo.

Woods y McIlroy, para casa

Uno de los alicientes de la segunda jornada era  ver en acción a dos de los descartados el primer día, Tiger Woods y Rory McIlroy. El estadounidense, no pudo rehacerse de su primer mal día, y aunque firmó una segunda vuelta por debajo del par (-1), no fue suficiente para seguir en el Open (+6).

Tiger reconoció no haber llegado en las mejores condiciones y se vuelve a tomar un poco de descanso “No voy a jugar el WGC FedEX St. Jude Invitational de Memphis porque necesito descansar. Antes del Open estuve dos semanas enteras con la familia en Tailandia, para que mis hijos conocieran mis orígenes, y necesito estar en casa y descansar”, aseguraba Woods.

Por su parte, Rory McIlroy se convirtió en la gran atracción de la tarde, intentando entrar en el corte después de su horrendo +8 de la primera jornada.

Y a fe que estuvo luchando con fuerza hasta el final, con una magnífica vuelta de -6, igualando la mejor del día. Pero hizo corto por un solo golpe, y se fue para casa en el torneo que parecía predestinado a ganar ante su afición. Shane Lowry se convierte ahora en la gran esperanza de los miles de aficionados en Portrush