La eterna juventud de Pablo Larrazábal

Pablo Larrazábal confirmó en los Países Bajos que la madurez es un grado, y es que el barcelonés, que cumplió los 40 años hace apenas dos semanas, se regaló una gran victoria en el KLM Open, torneo del DP World Tour, el noveno que gana su carrera y el segundo de la temporada después de hacerlo en el Korea Championship.

El jugador del RCG El Prat que regresó sin descanso del PGA Championship, en Rochester (Nueva York) donde logró completar el torneo por primera vez en 11 años, y demostró que la edad no es un problema para seguir ganando torneos, en un momento de extrema felicidad personal y deportiva.

La madurez le llevó a no entrar en pánico ni perder el control en su juego cuando apenas iniciada la última vuelta, con un golpe de ventaja sobre sus perseguidores, cometió un doble bogey que pudo acabar con sus esperanzas de victoria.

Final espectacular

Pero no perdió la compostura, logrando birdies en el siete y el ocho para volver a alcanzar el liderato y se mantuvo en la lucha hasta los últimos cuatro hoyos, cuando dejó a todos atrás con tres birdies prácticamente seguidos, incluído uno espectacular en el 18 que le dieron el título y los 350.000 euros del premio.

“No importa lo que corras al principio, lo importante es hacerlo rápido al final para ganar la carrera”, resumía el barcelonés que a los 40 años se siente con ganas de seguir sumando títulos a su carrera, con la referencia de Miguel Ángel Jiménez, que bien pasados los 50 sigue dando que hablar con sus hazañas en todos los circuitos.

“Si consigo hacer un 20 por ciento de lo que ha hecho Miguel a partir de los 40, entonces este será mi primer título de 40”, dijo Pablo, que disfrutó del título junto a las dos personas más cercanas, su caddie y su novia. “Me siento muy orgulloso de mi y de mi equipo. Cuatro victorias en los últimos 15 meses significa mucho para mi”, finalizó.