Un Unzué "decepcionado" se despide de Montilivi

Unzué se despidió del Girona

Unzué se despidió del Girona / @GIRONAFC

Carles Rosell

El lunes llegaba la sentencia y el posterior comunicado. Y este martes era el turno para que Juan Carlos Unzué se despidiera en Montilivi. Acompañado en la sala de prensa por el que ha sido hasta la fecha su cuerpo técnico, por directivos y trabajadores del club, como también por algún futbolista de la primera plantilla, se dejaba ir durante algo más de un cuarto de hora. Pese vestir su habitual sonrisa, se le vio más molesto de lo que es habitual. Por eso, cuando se le preguntó como se sentía, para abrir fuego, eligió una sola palabra: "Estoy decepcionado".

Se explicó: "Es la manera perfecta de expresar lo que siento ahora mismo. Estoy decepcionado por la decisión que se ha tomado y también por los resultados". Dijo, asimismo, que se marcha "tranquilo" porque lo ha dado "todo desde el primer hasta el último día", intentándolo hacer siempre "de la mejor manera posible".  

Consideró que han sido "los resultados" los que han dictador sentencia. "Para un equipo que quiere subir, seis derrotas en doce jornadas son muchas. Es cierto que estamos en una liga muy igualada y no es fácil ganar a cualquiera. Lo más difícil es tener una continuidad como se ha visto. Se puede ganar y que te ganen, tengas el equipo que tengas. Seguramente las seis derrotas han hecho que se tome esta decisión, pero no se ha valorado que esto es muy largo y que no se puede subir en octubre, sino en mayo o junio". En este aspecto, afirmó que "viendo la plantilla, habrá posibilidades de subir esté quien esté de entrenador".

Solo tiene una queja

Sigue todo el cuerpo técnico, a excepción de su hijo Aitor, que dejará sus funciones como analista de vídeo. A todos ellos les deseó "lo mejor". Además, explicó que ha coincidido con "una gente fantástica" a lo largo de estos meses, afirmando que se va contento al ver que "los futbolistas me han seguido en todo momento". Es por ello que se lleva "muchas cosas positivas" de una etapa que considera "intensa" y en la que solamente tiene "una queja" que ayer quiso expresar: "No se ha tenido la paciencia que me habría gustado que los dirigentes hubieran tenido conmigo".

En ningún momento buscó excusas. Ni la presión ni tampoco que le haya pasado factura la excesiva paciencia que el curso pasado se tuvo con Eusebio. "Tengo muy claro con qué circunstancias vine y sabía cuál era el objetivo. Conocía la situación cuando firmé. Si no lo hubiera visto claro no habría aceptado el reto. Lo hice totalmente convencido. Lo que me han perjudicado han sido los resultados". Aun así, Unzué recalcó que "pese a este inicio estamos cerca de las posiciones de arriba y tenía fuerza como para creer que lo lograríamos".