Sylla, el nombre propio del play-off para el Girona

Es el hombre del playoff. No faltan protagonistas, los hay a patadas, pero en el fútbol mandan los goles y Mamadou Sylla los hace y los regala. Tiempo atrás, jugarse la promoción sin Cristhian Stuani era un suicidio pero la ausencia del de Tala, ya recuperado aunque sin minutos en la primera eliminatoria, la ha hecho olvidar el delantero catalán. Tantos y asistencias. Presión incesante desde el primer hasta el último minuto. Un papel destacado para tumbar al Almería y para explicar la remontada en Vallecas. Tres partidos y ya suma dos goles. Superó a Makaridze hace dos semanas para anotar el 3-0 ante los andaluces y encarrilar la semifinal. Ese mismo día, asistencia de libro para que Couto firmara el segundo. Y el último domingo, el punto de inflexión nacía de sus botas. Tras 40 minutos para olvidar, con un Rayo superior que no goleó de milagro, le ganó la partida a Saveljich para ceder un balón de oro a Franquesa, que remachó para el empate momentáneo. Redondeó la noche al empezar el segundo acto, con el 1-2, un resultado que ya no se movería.

Con 41 partidos en sus piernas y casi 3.000 minutos, Sylla es el pichichi del Girona. Acumula 11 goles, dos de ellos en la promoción de ascenso y los nueve restantes en la liga regular. Además, se ha convertido en el segundo máximo asistente de la plantilla, superado solamente por Gerard Gumbau. Lleva hasta seis pases de gol por los siete que cuenta el de Campllong.

Además, sus goles valen oro. Son más que valiosos. Siempre que marca, el Girona consigue un resultado favorable. Nunca se ha perdido cuando Sylla ha visto portería. Da puntos y encarrila eliminatorias. Debutó en Leganés en octubre y suya fue la diana de la victoria (0-1). Le marcó dos al Cartagena (2-1) poco después. También participó en el empate en Zaragoza (2-2) y daba tres puntos contra el Mirandés (1-0). Sylla salvó los muebles ante el Lugo (1-1) e inició la remontada en Las Palmas (1-2), además de marcar uno de los dos goles milagrosos en el descuento ante el Albacete (2-1). Participó igualmente en las goleadas contra el Zaragoza (3-0) y Almería (3-0), a parte de encender la luz en Vallecas el otro día (1-2).

Fichado a coste cero y con un año más de contrato, hasta el 2022, se ha convertido en uno de los fichajes más rentables que se recuerdan. Y todavía no ha dicho la última palabra. La guinda puede llegar el domingo, con un ascenso de regalo.