Solís abre las puertas de Europa al Girona

Jhon Solís acudió al rescate del Girona en Mendizorroza para abrir las puertas de Europa al conjunto gironí. Los albiazules lo intentaron más que sus rivales, aunque no lo suficiente como para batir a Gazzaniga en los noventa minutos. Lo aprovechó el Girona, que cazó una desastrosa acción defensiva de Diarra en el añadido para asomarse a la sexta plaza ante un Alavés condenado a sufrir una campaña más (0-1).

Mendizorroza abría el año futbolístico del Alavés con la visita del Girona a tierras vitorianas. El equipo llegaba con la necesidad de demostrar que los nuevos conceptos enseñados por el Chacho Coudet durante estas semanas sin competición se trasladaban sobre el terreno de juego. Las urgencias en la clasificación marcan la actualidad de los babazorros y pocos tropiezos se pueden permitir en esta segunda mitad de campaña...

Duelo de necesidades

El Girona, que buscaba una victoria en Mendizorroza para asomar la sexta plaza que retiene por ahora el Mallorca, arrancó el partido con mejores sensaciones que los locales. El conjunto de Míchel merodeaba el área rival, aunque sin crear excesivo peligro. El Alavés poco a poco fue encontrándose más cómodo y los locales olieron sangre, aunque sufrieron el doble varapalo de las lesiones de Carlos Martín y Joan Jordán. Apenas unos minutos después, Miguel Gutiérrez abandonaba el terreno de juego por parte del Girona sumando la tercera lesión de una primera parte accidentada.

El Alavés siguió haciendo su partido mientras que el Girona, muy incómodo, se dejó arrastrar por el empuje rival que asfixiaba la portería de Gazzaniga. Los locales llegaron a tener un penalti a su favor que posteriormente fue anulado por el VAR, aunque las sensaciones eran de dominio de los babazorros a quienes solamente les fallaban pequeños detalles en los metros finales para adelantarse en el marcador.

Una victoria inesperada

La segunda mitad no cambió la dinámica de ambos conjuntos; el Alavés seguía ganando más duelos que el Girona y las ocasiones tras el paso por vestuarios no tardaron en llegar. Conechny tuvo la más clara tras un centro lateral que solamente tenía que empujar, aunque el argentino erró con todo a favor para desesperación del Chacho Coudet en la banda.

La gasolina poco a poco se fue agotando en el Alavés y el Girona empezó a tomar el control del partido en el tramo final. Jesús Owono, guardameta de los albiazules, iba a facilitar la mejor ocasión del conjunto de Míchel en los noventa minutos; el ecuatoguineano despejó tarde un balón franco que cazó Stuani, como buen perro viejo, y el uruguayo estuvo a centímetros de protagonizar uno de los goles más absurdos de la temporada.

Cuando todo visto para sentencia, un despeje absolutamente desastroso de Diarra dejó el balón franco para que Jhon Solís adelantase al Girona en el tiempo de descuento (0-1). Victoria trascendental para los gironins, que se encontraron con los tres puntos sin esperarlo; el Alavés, que completó un gran partido, vuelve a ver de cerca el abismo del descenso tras un encuentro donde no merecieron perder.