Sergio Rico frustra a un combativo Girona

Jonathan Moreno

Castigo excesivo para un Girona que hincó la rodilla en Sevilla, pese a hacer méritos de arañar botín de la capital hispalense. Sergio Rico frustró a los de Pablo Machín, con paradas increíbles y salvando incluso un penalti a Aday Benítez en el primer tiempo. Sarabia fue el autor del único tanto de la contienda, en un gol de los llamados televisivos.

107735

LaLiga

1
0
Alineaciones
Sevilla
Sergio Rico; Jesús Navas, Mercado, Lenglet, Escudero; N'Zonzi, Pizarro; Sarabia (Layún, 78'), Vázquez (Geis, 85'), Correa; Muriel (Ben Yedder, 64').
Girona
Bono; Ramalho, Bernardo, Juanpe; Aday, Pere Pons (Aleix García, 45'), Granell, Mojica (Planas, 78'); Portu, Borja García, Olunga (Lozano, 70').

Combate nulo en el primer tiempo en el Sánchez Pizjuán. Ambiente de fiesta en el coliseo nervionense, aún con la clasificación copera en la retina. El Girona no se amilanó y, especialmente en la recta final del acto inaugural, los de Pablo Machín se merecieron ir al descanso con ventaja en el marcador. Sin embargo, ahí apareció Sergio Rico para amargar a los de Montilivi. El portero se reconcilió con su afición con tres acciones de auténtico mérito. Una manopla en el primer palo a cabezazo de Aday, unos reflejos felinos ante Bernardo y se doctoró deteniendo un penalti al propio Aday. El recientemente renovado disparó potente a la derecha del arco y ahí se agigantó Rico para dejar el 0-0 al descanso.

La resistencia gerundense se desmoronó a los 35 segundos de la reanudación. Pase a la espalda de la defensa de Lenglet, Ramalho se duerme en los laureles y Correa aprovecha para tocar el balón ante la salida de Bono. Bernardo llegó para despejar aunque Sarabia remachó al fondo de las mallas. Autor incógnita, pero el gol subió al marcador. El Girona besó la lona con el tanto madrugador. Los de Machín se pusieron a merced total de los hispalenses, que pudieron ampliar en una acción de Sarabia. Providencial Bono.

El tramo final volvió a ser de los gerundenses. Fútbol de toque, preciso y veloz para cargar aún más las cansadas piernas de los hispalenses. Sergio Rico volvió a tapiar su portería, desesperando a Portu, a Pablo Machín y a todo un Girona que mereció algo más en el Pizjuán.