Samu Sáiz responde a las expectativas

Samu Sáiz durante el encuentro ante el Espanyol

Samu Sáiz durante el encuentro ante el Espanyol / LALIGA

Carles Rosell

Fichado como una estrella el verano de 2019, a Samu Sáiz le costó Dios y ayuda adaptarse en Montilivi. No explotó hasta la segunda mitad del campeonato y los interrogantes entorno su continuidad se dispararon después de desvanecerse toda opción de ascenso. Además de aceptar el reto, heredó el 10 y ha decidido lucir tal dorsal como se merece. Si en su primera andadura en Girona coleccionó apenas ocho titularidades en toda la primera vuelta, hoy en día ha disputado nueve partidos de doce y todos ellos lo ha hecho saliendo de buen inicio. Es una pieza indiscutible para el técnico Francisco Rodríguez, que le da bola siempre que lo tiene a su disposición.

Samu Sáiz responde a la confianza y a las expectativas. Con más libertad de movimientos y sin la necesidad de adaptarse como anillo al dedo al juego de Borja García, ahora en el Huesca, ha sido determinante más de una vez este curso. Buena noticia para el equipo. Sin ir más lejos, el pasado viernes decidió el derbi en el RCDE Stadium. Transformó la pena máxima cometida sobre Santi Bueno. En el 86 y con tablas en el marcador, no le tembló el pulso para engañar a Diego López y sellar la victoria.

Su primer gol llega a finales de noviembre. El curso pasado firmó tres dianas, todas ellas en la segunda vuelta. La última, incluso, en el play-off de ascenso a la Primera División. Se ha puesto antes esta vez. No es el pichichi de la plantilla, ni tampoco es esta su especialidad, pero sí que es el máximo asistente del equipo. Ha regalado ya hasta dos goles a sus compañeros. El primero, para Mamadou Sylla ante el Cartagena (2-1). El segundo, clave para que Bernardo empatara el choque frente a la UD Las Palmas (1-1).