El rival que originó el nuevo Girona

Si la temporada 2019-20 acabó de la peor manera para el Girona, la 20-21 no es que empezara mejor. Los efectos de perder el ascenso contra el Elche en el play-off fueron terroríficos, sobre todo económicamente. Obligados a tener que desprenderse de jugadores importantes con sueldos inasumibles en Segunda, el Girona llegó al estreno de la Liga con el equipo a medias y no entró en competición hasta la tercera jornada en Gijón (2-0). 

Una semana después el Girona recibía el Fuenlabrada. Aquel partido marcó un antes y un después. El Girona perdió por culpa de un gol cómico de Diéguez tras un error de Muric en un día donde los de Francisco no estuvieron a la altura. El día siguiente se cerraba el mercado y lo Girona tenía mucho trabajo para completar la plantilla. Poco más de 24 horas después de caer contra el Fuenlabrada, Alcalá y Jairo se fueron al Cádiz, Zeballos en el Barça B y Granell al Bolívar. El camino contrario hicieron Bárcenas, Bustos, Cristóforo y Sylla.

El del domingo (14:00) será un partido muy diferente de aquel 0-1 en Montilivi de octubre. "El equipo estaba a medias y no competimos bien", reconoce Juanpe, que no jugó por lesión. Sí que jugaron Jairo, titular, y Granell, en la segunda parte. En el banquillo estaba Alcalá. Los tres dejaron el equipo horas después. El Girona que se encontrará el Fuenlabrada será completamente diferente al de aquel día. Además de Jairo, también fueron titulares Muric y Ramalho. El portero kosovar pagó el error en el gol y las convocatorias internacionales y una lesión fueron la excusa perfecta para dar la titularidad a Juan Carlos. Por su parte, Ramalho también cedió su lugar en once a Bueno, que ya prácticamente soltaría la titularidad. El vasco ha cambiado Montilivi por el Osasuna este enero y Muric está en el NAC Breda.

Los cambios que hubo después de perder contra el Fuenlabrada supusieron un punto de inflexión para el Girona que, en la jornada siguiente, se impuso en Leganés (0-1). Lo hizo con un once completamente diferente, con solo cinco jugadores que repetían y Cristóforo y Sylla, recién fichados, titulares.