El reto de saber jugar y ganar sin Aleix García

Iván Martín se perfila como el sustituto del de Ulldecona en la visita a Vallecas

Romeu y Borja García están en condiciones de jugar y serán titulares

Aleix Garcia en una acción del partido

Aleix Garcia en una acción del partido

Marc Brugués

El Girona perdió el lunes contra el Atlético de Madrid en Montilivi (0-1) y vio como la distancia con el descenso se reducía a cuatro puntos. La segunda derrota consecutiva no tendría que ser dramática, ya que se produce contra uno de los mejores rivales de la Liga y el margen con el decimoctavo continúa siendo de más de un partido. Ahora bien, la experiencia dice que no se puede bostezar, y que con 30 puntos no se salvará ningún equipo esta temporada. Hay que llenar el zurrón con más puntos para acercarse -y seguramente superar- la cifra de los 40 que tendría que dar la salvación.

Para hacerlo, el Girona visita Vallecas en el último partido antes del parón de selecciones. A pesar de la sensación de relativa calma que hay al entorno, nadie se fía ni un pelo, y haría bien el equipo en volver de Madrid con algo positivo para no notar el aliento de la zona caliente en la nuca.

Para hacerlo, Míchel, que vuelve a casa, podrá contar con Oriol Romeu y Borja García, que no pudieron acabar el partido contra el Atlético por problemas físicos pero se han recuperado a tiempo. Por contra, quien no estará es Aleix García, fuera de combate durante un mes por una lesión en el tendón del bíceps femoral de la pierna izquierda. Además, continúan de baja Couto, Yangel Herrera, Callens, Kébé y Roca.

Míchel no tiene miedo, dice. De hecho, desde que llegó nunca ha transmitido esa sensación; al contrario. La ambición marca, de momento, su trayectoria en el club. Los números lo avalan. El técnico confía plenamente en su equipo y está convencido que, si ofrece la mejor versión, es capaz de volver de Vallecas con los tres puntos.

Sin ir más lejos, el Girona lo hizo en Bilbao hace tres semanas, y contra el Atlético de Madrid compitió hasta el final por, como mínimo, sumar un punto. El peligro está en que el Girona no sea el Girona. Es decir, que muestre su cara más oscura y se vea al equipo que perdió sin presentar batalla en Cádiz (2-0) o que hizo una primera parte deficiente en el último desplazamiento a Getafe (3-2).

Un buen resultado hoy permitiría los rojiblancos recuperar sensaciones y obtener un poco de calma durante unos cuantos días. Por contra, perder, dependiendo de los resultados, podría hacer que el descenso se acercara a solo un punto.