Un recurso habitual en Montilivi

Pese a contar con un presupuesto envidiable, el Girona no tiene ni por asomo el poder adquisitivo de los grandes clubes europeos. Sacar la billetera para comprar aquí y allá es del todo imposible en Montilivi, donde la fórmula de las cesiones se ha convertido en un recurso habitual que ha dado resultados de todo tipo. Desde el 2014, cuando Quique Cárcel se hizo cargo de la dirección deportiva, hasta 43 futbolistas han llegado prestados. Se les está a punto de sumar uno más, en cuanto se oficialice la llegada del joven y prometedor Yan Couto.

El brasileño, propiedad de un Manchester City que abonó seis millones de euros al Curitiba el pasado mes de enero, ya está en Girona y una vez se resuelva todo el papeleo se anunciará su incorporación. No es la única cesión de este verano. Ni del pasado. De las pocas caras nuevas para el próximo curso, la mayoría son un préstamo. Del Etihad han aterrizado Arijanet Muric y Pablo Moreno. Mientras que Enric Franquesa es propiedad del Villarreal. Si se cierra la llegada de Monchu, tres cuartos de lo mismo porque el balear sigue siendo jugador del Barça.

El año pasado aterrizaron hasta 8 cesiones: Maffeo, Ignasi Miquel, Brian Oliván, Brandon Thomas, Christian Rivera, Marc Gual, Jozabed y Jordi Calavera. La mayoría, con una opción de compra obligatoria en caso de un ascenso que se escapó en el último momento.

Fueron 3 en el último curso en Primera, el del descenso. Aleix García, Douglas Luiz y Patrick Roberts. Ninguno de ellos se afianzó en el once titular. Un curso atrás, en la máxima categoría, llegaron prestados Mojica, Maffeo, Aleix García, Douglas Luiz, Olunga, Kayode y Marlos Moreno. Un número más, el año del ascenso: Longo, Angeliño, Maffeo Cámara, Saúl García, Mojica, Cifuentes y Pablo Marí.