El "orgullo" de Cristhian Stuani

Stuani suma y sigue: silenció Vallecas con un doblete

Stuani suma y sigue: silenció Vallecas con un doblete / LALIGA

Carles Rosell

No necesita presentación. Se ha ganado a pulso ser conocido. No solo en Girona, lugar en el que para muchos ya es considerado como un héroe. Sino en todo el panorama nacional e incluso internacional. Le avala su carrera, pero sobre todo sus números más recientes. A Cristhian Stuani no le pesan los años. Le dan alas, fuerza. Tanto, que lleva en racha desde que puso sus dos pies por primera vez en Montilivi. En una temporada y media suma 38 goles. Nadie lo había conseguido antes en este club, contando su experiencia en el fútbol profesional. El penalti que transformó el último domingo le permitió superar a Jandro Castro, otra institución, y auparse a lo más alto del podio en solitario. Algo que al uruguayo le llena de “orgullo” y que considera un verdadero “honor”. 

Se ha hablado ya de ello, pero faltaba saber la opinión del protagonista. La de un Stuani que hablaba para los medios oficiales del club. En un video de unos siete minutos colgado en las redes sociales, el delantero repasaba sus inicios y se paraba en valorar todo aquello que ha aportado desde que es futbolista del Girona. Además de reconocer que “no voy a olvidar nunca” lo que acaba de lograr, explicó que “cuando me dijeron que estaba cerca” de convertirse en el máximo goleador del club “se convirtió en un objetivo personal pelear cada domingo para intentar lograrlo”. Y lo ha conseguido. 

Son 38 tantos, entre liga y Copa del Rey. Contando los 21 de la temporada anterior y los 17 de la presente. Cifras estratosféricas para un jugador que no lleva ni dos años en la entidad. De todos estos goles, le cuesta elegir uno. “Todos son importantes porque cada gol que marcas siempre te da algo. Sirve para ganar, puntuar o para acercarte en el marcador”. Eso sí, tiene claro que “si tengo que quedarme con uno elijo el primero que marqué porque significó mucho para el club”. Lo firmó en agosto del 2017, en el estreno del Girona en Primera. A Jan Oblak y, por supuesto, de cabeza. 

Goles que “siempre” van dedicados “a mis hijos y a mi mujer” porque “están en las buenas y en las malas y me siento muy orgulloso de haber formado una familia tan bonita”. Aunque todavía no ha logrado el que, para él, sería más especial. “Mi gol soñado sería en la final de un Mundial, pero no sé si tendré la oportunidad de hacerlo alguna vez”. Eso sí, con el Girona tiene claro que llegarán más. “Que la gente esté tranquila porque intentaré superar mi propia estadística cada domingo”.